Mobbing

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Aprende a identificarlo

Por Federico Morales Dondé

Aunque los actos de violencia en el trabajo ocurran, no importando si eres empleado o empleador, nunca debes sentirte mal en tu entorno laboral debido al terror psicológico (Mobbing), estos actos han sido reconocidos como un tipo de factor de riesgo de índole psicosocial en países desarrollados desde hace varios años. En México fue hasta hace poco que a partir del proyecto de NOM 035 expedido por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, que pretende no solo reconocer estas conductas como riesgo, sino además para realizar intervenciones en función de su eliminación y control.

De tal forma que, en dicha norma se define el riesgo psicosocial como: “aquéllos que pueden provocar trastornos de ansiedad, derivado de la naturaleza de las funciones del puesto de trabajo, el tipo de jornada de trabajo, trastornos del sueño vigilia y la exposición a acontecimientos traumáticos severos o a actos de violencia laboral, por el trabajo desarrollado”.
En México, de acuerdo con datos de CONAPRED, 4 de cada 10 personas han experimentado algún acto de abuso o violencia en su entorno laboral, existiendo dos disyuntivas; la primera siendo objeto de burlas, hostigamiento y discriminación por parte de sus compañeros de manera cotidiana; la segunda no recibiendo un trato igualitario por alguna condición física, social o cultural, viviendo discriminación y desigualdad laboral que va desde menor retribución económica hasta falta de acceso o representación en puestos directivos.

Dicho esto, ambas modalidades de violencia llegan a generar consecuencias negativas tanto en el individuo como en su entorno, así como en los resultados de productividad y satisfacción laboral de la organización o empresa en la que laboran, razón probable por la que este tipo de violencia ha captado la atención de investigadores sobre el tema, ya que por la sutileza con que se presenta suele ser imperceptible para otras personas, mientras que la víctima permanece en un estado de total desprotección ante la falta de evidencia tangible sobre las agresiones.

Esta situación prevalece en casi todo el mundo, pero en México de acuerdo con un estudio titulado: “La precariedad laboral en México” de Guadarrama, R., Hualde, A. y López, S. (2015), se descubrió que el principal problema respecto a la empleabilidad no es el acceso a un trabajo, sino la falta de remuneración y condiciones laborales adecuadas, o por lo menos aceptables.

La violencia laboral de tipo psicológico ha sido denominada a nivel internacional como mobbing o “terror psicológico” sin importar el género, las preferencias sexuales o las condiciones culturales; es simplemente el abuso sistemático y repetitivo ejercido en un entorno laboral sin importar que sea de un superior sobre su trabajador, ya que puede presentarse de manera vertical u horizontal, es decir entre pares, e incluso de manera ascendente, a través de una práctica constante de conductas hostiles y negativas que, además, suelen ser un proceso gradual.

El mobbing tiene como objetivo la eliminación de la víctima dentro de la organización a través de actitudes intimidatorias y de reducción emocional.
Si bien en México, existe legislación respecto al tema de violencia y desigualdad laboral, esta sigue pasando por fases de actualización en respuesta a las demandas de la sociedad actual, por lo que, en ocasiones, algunos aspectos son abordados a partir de tiempos muy recientes, presentándose aún lagunas que deben ser atendidas para considerar un abordaje más eficiente de esta problemática, pero recuerda, en ningún lugar de trabajo pueden:

• Establecer diferencias en la remuneración, las prestaciones y las condiciones laborales para trabajos iguales.
• Limitar el acceso y permanencia a los programas de capacitación y de formación profesional.
• Aplicar cualquier tipo de uso o costumbre que atente contra la igualdad, dignidad e integridad humana.
• Explotar o dar un trato abusivo o degradante.
• Incitar al odio, violencia, rechazo, burla, injuria, persecución o la exclusión.
• Realizar o promover violencia física, sexual, o psicológica, patrimonial o económica por la edad, género, discapacidad, apariencia física, forma de vestir, hablar, gesticular o por asumir públicamente su preferencia sexual, o por cualquier otro motivo de discriminación.

Si eres Víctima de Mobbing, ya seas empleado o empleador

En primer lugar, la víctima debe rodearse de un entorno que le apoye tanto a nivel personal como profesional, con expertos que le guíen en el proceso. Existen además una serie de acciones y consejos que puede poner en práctica para frenar el mobbing:

• Registra y guarda todas las agresiones que recibas,
• desde notas, hasta grabaciones. Estos documentos te ayudarán a comprobar el acoso. No olvides que el poder del acoso está en que es secreto, por lo que lo mejor que puedes hacer, es comunicarlo a tu superior o a la oficina de Recursos Humanos. Es fundamental que evites el aislamiento social y busques ayuda entre tus compañeros, además de pedir asesoramiento legal y psicológico.
• Recuerda que, como empleado, existen leyes que te protegen y derechos que puedes ejercer para mejorar tu situación ante el acoso sin importar su naturaleza.
• Antes de iniciar acciones legales, informa a la empresa por escrito y guarda una copia de su respuesta ya que a partir de ese momento puedes exigir la presencia de un asesor legal en todas las reuniones.


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