El hidrógeno verde como opción de energía limpia
El hidrógeno verde se encuentra actualmente en la mira de muchos países, sobre todo porque podría colaborar a menguar las emisiones de carbono y a ralentizar el cambio climático.
El hidrógeno verde es un producto 100% sostenible que no emite gases contaminantes ni durante la combustión ni durante el proceso de producción. Pero la sostenibilidad no es su única ventaja: es también almacenable y transportable ya que puede viajar por los mismos canales que el gas natural. Esta fuente de energía se presenta como una oportunidad para hacer frente a los retos de la descarbonización. Entre otras cosas, es crucial para los llamados sectores ‘hard to abate’, aquellos en los que es complicada la electrificación y dependen en gran medida de los combustibles fósiles.
¿Cómo se obtiene hidrógeno verde?
El hidrógeno verde se obtiene a través de un proceso llamado electrolisis. El agua se divide en hidrógeno y oxígeno aplicando una corriente eléctrica a través de un electrolizador. A diferencia de la producción de hidrógeno convencional, las celdas de electrolisis se activan mediante energías renovables.
Si bien es una gran oportunidad para el desarrollo, hay algunas preguntas que aún faltan responder, por ejemplo: ¿de dónde saldrá el agua y la electricidad para llevar a cabo la electrólisis? Hoy en día esta tecnología se encuentra en fases muy avanzadas, una solución es la utilización de energías limpias y la generación de agua a través del vapor.
En la actualidad, el 99% del hidrógeno usado como combustible se produce a partir de fuentes no renovables. Y menos del 0,1% se produce a través de la electrólisis del agua, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés).