Con proyectos Hidráulicos
avanzamos hacia la seguridad alimentaria de México
Por Ing. Cedric Iván Escalante Sauri
La importancia de los entornos saludables en el éxito de las compañías
En años recientes hemos experimentado los graves problemas que genera la sequía, además del impacto que la escasez del agua provoca en la población de las ciudades y en sus actividades económicas; así como en el campo, donde la Comisión Nacional del Agua (Conagua) impulsa infraestructura hidroagrícola para avanzar hacia la seguridad alimentaria de México.
Es importante señalar que, el origen de la escasez del agua, en algunas regiones del país, es su ubicación geográfica, ya que nos encontramos sobre la franja latitudinal de los grandes desiertos del mundo, lo cual genera un contraste en cuanto a la disponibilidad hídrica.
Por una parte, en el sureste del país encontramos mayor abundancia del recurso hídrico y un menor desarrollo económico y poblacional; mientras que, en el norte del territorio, es más escaso y su demanda es cada vez mayor.
Por ello, la temporada de lluvias es fundamental para que las zonas áridas o semiáridas del país tengan oportunidad de recargar el nivel de sus presas y de sus acuíferos, así como de favorecer el desarrollo de los cultivos de temporal. Y aunque las lluvias no caen de forma uniforme sobre un estado o municipio -registrando diferencias entre las diversas regiones de los mismos-, existen infraestructuras para su almacenamiento.
De ahí la importancia que tiene para la Conagua administrar, rehabilitar y construir infraestructura para captar y almacenar los escurrimientos y lluvias que fluctúan durante el año. Ya que son fundamentales para enfrentar y aminorar el impacto durante la escasez del agua que, naturalmente, se presentan en el territorio nacional.
La presa Proveerá agua para uso agrícola, pero también generará energía limpia y confiable
Actualmente, el Gobierno de México a través de la Conagua construye la presa Santa María en el sur del Estado de Sinaloa, la cual, fue una de las obras inconclusas que recibió la actual administración, y que, por su utilidad, se realizó un amplio proceso de concertación y diálogo con las comunidades, así como de gestión de recursos para finalizarla. De esa forma, en diciembre de 2020 se reactivaron los trabajos y se programó su conclusión en 2023.
La presa, cumplirá la función de captar, contener y administrar el agua del río Baluarte, con lo cual, se podrán regar 24 mil 250 hectáreas de la región sur de Sinaloa, y generar 191 GWh de energía eléctrica al año. Con la posibilidad de abastecer agua para uso público-urbano, y controlar avenidas del cauce del río.
Aunque proveerá agua principalmente para el uso agrícola, esta presa también generará energía limpia
y confiable, cuya producción, no produce una disminución del recurso hídrico, ya que una vez que el agua cedió su energía, es conducida río abajo para poder seguir siendo ocupada en otras actividades.
Con esto, se cumple con los objetivos del Gobierno de México y, en particular, del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien tiene como una de sus prioridades fomentar la productividad del agua en el campo con proyectos regionales estratégicos.
Además, avanzar en el cumplimiento de una de las metas sexenales que se han trazado, que consiste en entregar al final de esta administración 100 mil nuevas hectáreas de riego en el país.
Para la construcción de la presa Santa María se realizan tres tipos de obras; las de contención, compuestas por una cortina y un dique de contención; las de desvío, integradas por tres túneles y dos ataguías, y las de excedencia, comprendidas por dos vertedores
de cresta libre.
Estas obras permitirán que, cuando entre en operación, tenga una capacidad de almacenamiento de 980 millones de metros cúbicos de agua, suficientes para abastecer los diferentes usos para los que fue construida.
Actualmente, tiene un avance superior al 66 % y ha generado más de tres mil seiscientos empleos directos
e indirectos en su construcción.
En Conagua seguiremos impulsando obras y acciones de infraestructura hidroagrícola para el beneficio de la población, porque sabemos la importancia que tiene el campo para poner fin a la pobreza extrema e impulsar la prosperidad; juntos avanzamos hacia la seguridad alimentaria del país.