Unilever y su éxito en la agricultura sostenible: tomates con menos agua
Ubicada en las Vegas Bajas del Guadiana (Badajoz), Unilever se ha destacado en la aplicación de los Principios de Agricultura Regenerativa en colaboración con Grupo Conesa, proveedor de tomates para la famosa marca Knorr. La relación, que comenzó en 2010, ha ganado fuerza desde 2021 con técnicas agrícolas que buscan disminuir el uso de fertilizantes sintéticos y combustibles fósiles, empleando cultivos de cobertura como leguminosas y crucíferas. Estas prácticas mejoran el suelo orgánicamente, permitiendo una producción más sana de tomates.
Como resultado de esta alianza, la totalidad de los tomates que Unilever utiliza en España son cultivados de forma sostenible por Agraz, una filial de Grupo Conesa. Y no solo eso: han logrado reducir el consumo de agua en un 35%, aumentando a la vez su rendimiento en un 30%, cifras confirmadas por Laia Barba, líder del Área de Alimentación y Nutrición de Unilever en España. El avance tecnológico, como el riego por goteo y la teledetección satelital, ha sido crucial en este proceso.
Las cifras son impresionantes: solo en 2023, se cultivaron más de 156.000 toneladas de tomates sostenibles destinados a productos Knorr y otros alimentos con base de tomate. En términos más amplios, Grupo Conesa dispone de 2.250 hectáreas para cultivo, y un 70% se dedica exclusivamente a proveer tomate a Unilever. Dentro de esta extensión, se ha adoptado el sistema del Sentinel-2 satellite, que proporciona información valiosa sobre la salud de los cultivos, su crecimiento, el uso del agua y la humedad del suelo, según Manuel Vázquez Calleja, líder del Grupo Conesa.
Este compromiso con la agricultura regenerativa va más allá de España. Hanneke Faber, presidenta de Nutrición de Unilever, menciona otros proyectos internacionales: desde colaboraciones en EE.UU. para cultivar arroz sostenible hasta alianzas en Italia con el objetivo de reducir la contaminación del agua y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Unilever no es ajena a liderar iniciativas sostenibles. Anticipándose a las políticas agrícolas de la UE de 2023-2027, adoptaron medidas como la rotación de cultivos desde 2010. Aunque la Agricultura Regenerativa pueda requerir inversiones adicionales a corto plazo, las expectativas son claras: generará beneficios sostenibles y resiliencia a largo plazo.
