Bancos globales obtienen más beneficios de la energía verde que de los combustibles fósiles en 2023
En un giro significativo en el mundo financiero, los grandes bancos lograron mayores ganancias con la energía verde que con los combustibles fósiles en 2023. Según BloombergNEF, esta tendencia refleja un cambio progresivo hacia inversiones más sostenibles, aunque aún queda mucho por hacer para alcanzar los niveles de transición necesarios.
En 2023, los bancos mundiales generaron aproximadamente 3,000 millones de dólares en comisiones mediante la suscripción de deuda para operaciones comercializadas con fines ecológicos. En contraste, el ingreso por transacciones con combustibles fósiles se situó por debajo de los 2,700 millones de dólares.
Los bancos europeos lideraron esta transición verde, con BNP Paribas SA encabezando la lista de deuda verde de Bloomberg. Sin embargo, en Wall Street, la financiación de combustibles fósiles aún dominaba, con Wells Fargo & Co. y JPMorgan Chase & Co. obteniendo los mayores beneficios de operaciones con petróleo y gas.
Esta tendencia contrasta con la normativa más estricta en Europa, donde el Banco Central Europeo y las principales autoridades bancarias han instado al sector financiero a acelerar su transición ecológica. Los bancos europeos ahora enfrentan multas y mayores exigencias de capital si no gestionan adecuadamente sus riesgos climáticos, lo que ha llevado a muchos a imponer restricciones a la financiación de origen fósil.
En Estados Unidos, el panorama es más incierto. Algunos estados republicanos, como Texas, amenazan con suspender la actividad de empresas de Wall Street que se adhieran a objetivos de emisiones neutras en carbono.
A pesar de estos avances, el sector financiero global aún se encuentra lejos de cumplir con los objetivos del Acuerdo de París. Según BloombergNEF, se necesitará una asignación de capital cuatro veces mayor a proyectos ecológicos que a los combustibles fósiles para alcanzar las metas de emisiones netas cero para 2030. Sin embargo, a finales de 2022, la proporción de financiación destinada a proyectos ecológicos frente a los combustibles fósiles era de solo 0,7 a 1.
Organizaciones ecologistas como Sunrise Project y Sierra Club han expresado su preocupación por el ritmo lento de transición de los bancos. Afirman que los cambios observados reflejan más tendencias macroeconómicas que esfuerzos proactivos para reducir la financiación de energías de alto nivel de emisiones.
El año 2023 fue testigo de una creciente concienciación sobre el cambio climático, con emisiones de dióxido de carbono alcanzando un nuevo máximo, según el Global Carbon Project. Esta situación pone al planeta en riesgo de superar su límite de carbono para un calentamiento de 1.5 °C a finales de la década.
En conjunto, en 2023, los bancos concedieron 583,000 millones de dólares en bonos y préstamos verdes, superando los 527,000 millones de dólares en deuda con combustibles fósiles. Este cambio sigue la tendencia iniciada en 2022, cuando la financiación a proyectos medioambientales también superó a la destinada a petróleo, gas y carbón.