Economía Colaborativa: El motor detrás del auge del e-commerce
Imagina un mundo donde cada vehículo, cada espacio y cada habilidad pueden transformarse en una herramienta de generación de ingresos, no solo para unos pocos, sino para cualquier persona que decida formar parte de la dinámica comercial.
Esto es lo que sucede con la economía colaborativa, un esquema que redefine el concepto tradicional de propiedad y empleo, y que se ha convertido en un pilar crucial para el crecimiento del comercio electrónico.
En medio del auge del comercio electrónico que crece a doble dígito año tras año (24.6 % en 2023), la economía colaborativa no es una tendencia pasajera, sino la reconfiguración del tejido de las compras online y el trabajo como lo conocemos actualmente.
¿Qué es la Economía Colaborativa?
Lalamove define a este concepto como el conjunto de actividades económicas realizadas a través de una plataforma tecnológica que permite un intercambio directo de bienes y servicios entre dos particulares.
Actualmente, las plataformas digitales sirven de puente entre oferta y demanda; desde compartir viajes en automóvil hasta alquilar espacios de trabajo, la economía colaborativa redefine los paradigmas económicos tradicionales. Por ejemplo, un vehículo personal ahora puede ser la herramienta de una persona para ofrecer servicios de entrega de última milla, lo que optimiza la logística urbana e incrementa la rapidez de las entregas.
Según un estudio de la consultora PwC, se prevé que la economía colaborativa alcance un valor de mercado de USD $335,000 millones en 2025. Este potencial de crecimiento refleja una preferencia por opciones más flexibles y sostenibles por parte de los usuarios y los comercios.
¿Cómo transforma al e-commerce?
La integración de la economía colaborativa ha detonado el potencial de la logística y la entrega de última milla. Antes de esta integración, esos procesos se caracterizaban por su dependencia de grandes operadores de paquetería que se basan en redes de distribución fijas, donde los productos viajan a través de rutas predefinidas, desde el fabricante hasta centros de distribución y finalmente hasta el consumidor.
Pero esto a menudo resultaba en ineficiencias por la carencia de flexibilidad y poca adaptación a la logística particular de cada negocio, lo que derivaba en tiempos de entrega más largos y costos elevados, especialmente en zonas de difícil acceso o durante picos de alta demanda. Sumado a esto, la infraestructura requerida para mantener estos sistemas es costosa, lo que solía recaer en el consumidor final.
Por el contrario, el modelo de economía colaborativa mediante plataformas digitales, como Lalamove, ha demostrado cómo la tecnología puede facilitar interacciones más directas y eficientes entre los comerciantes y los consumidores. De ese modo cuando los comercios convierten a individuos con vehículos particulares en agentes de entrega, permiten que la logística de última milla sea más ágil y adaptable.
Este sistema no solo reduce significativamente los tiempos de entrega al eliminar muchos de los intermediarios tradicionales, sino que también disminuye los costos operativos, beneficiando tanto a vendedores como a compradores y reduce la huella de carbono al no depender de grandes flotillas de vehículos operativos.
Todo lo anterior deriva en una mayor personalización en los servicios de entrega, con opciones como el seguimiento en tiempo real, la programación flexible de entregas y la capacidad para gestionar demandas de última hora de manera más efectiva. Esto es crucial durante eventos de alto volumen de ventas como el Hot Sale, en donde la intención de compra es de 8 de cada 10 mexicanos y el volumen de pedidos se incrementa.
En resumen, la economía colaborativa no solo ha ayudado a mejorar la eficiencia del comercio electrónico, sino que ha sido una fuerza democratizadora en el mundo de la logística. Al reducir barreras para entrar en el mercado de entregas, ha permitido que pequeños emprendedores y negocios locales compitan dentro del sector del delivery y ha detonado mejoras en la rapidez y la eficiencia de las entregas de e-commerce, lo que significa un ganar-ganar para las partes involucradas.