Banco de Alimentos de México supera desafíos y alcanza crecimiento del 7%
El Banco de Alimentos de México, región Altas Montañas, logró cerrar el año con un crecimiento del siete por ciento en el número de beneficiarios, pese a los efectos de la inflación que afectaron la recepción de donativos. Rodolfo Cordera Perdomo, presidente del consejo administrativo, explicó que aunque la meta inicial era alcanzar un incremento del 20 por ciento, las dificultades económicas limitaron el flujo de apoyo en especie y efectivo. A pesar de no cumplir con las expectativas proyectadas, el crecimiento reflejado permitió mantener y ampliar el alcance de las despensas distribuidas cada catorce días a familias vulnerables de 13 municipios de la región centro.
Cordera Perdomo señaló que el impacto de la inflación no solo redujo las donaciones, sino que también afectó los inventarios de las empresas, disminuyendo las mermas que usualmente son canalizadas al banco. Aun así, destacó que el crecimiento alcanzado es resultado del esfuerzo continuo por mantener la operatividad y atención a las comunidades que dependen del apoyo alimentario.
Para 2025, el Banco de Alimentos de México se ha planteado una meta ambiciosa: lograr un crecimiento del 20 por ciento y beneficiar a más de dos mil 200 familias. Esta proyección responde a la creciente demanda de apoyo alimentario, evidenciada por una lista de espera que sigue aumentando. Cordera Perdomo reconoció que, aunque alcanzar esta meta sería significativo, seguirá siendo insuficiente ante la magnitud de la crisis alimentaria que enfrenta la región.
En cuanto a los recursos disponibles, solo el Ayuntamiento de Córdoba realiza una aportación mensual al banco, lo que permite solventar parte de los gastos operativos y la adquisición de insumos. Sin embargo, el presidente del consejo subrayó que este apoyo, aunque valioso, no cubre completamente las necesidades de la organización. La ampliación de alianzas con otras entidades públicas y privadas sigue siendo una prioridad para garantizar la sostenibilidad del programa.
Por otro lado, la campaña “Pollotón 2024” alcanzó su meta de reunir dos mil unidades de pollo, las cuales fueron distribuidas a las familias beneficiarias. Cordera Perdomo resaltó que este logro fue posible gracias a la participación activa de la comunidad, que aportó diversas cantidades para alcanzar el objetivo. Hasta la fecha, se han entregado alrededor de mil piezas, consolidando la campaña como un ejemplo de cómo la colaboración ciudadana puede marcar una diferencia tangible.
La inflación ha planteado retos significativos para organizaciones como el Banco de Alimentos de México, pero los resultados alcanzados reflejan la capacidad de adaptación y el compromiso con las comunidades vulnerables. El próximo año representará una nueva oportunidad para redoblar esfuerzos y fortalecer los lazos con donantes y voluntarios, en la búsqueda de garantizar el acceso a alimentos para más familias.