La Fórmula 1, sinónimo de velocidad y vanguardia tecnológica, busca ahora liderar también en sostenibilidad. Ante la gran cantidad de residuos que genera cada temporada, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) ha dado un paso firme al encargar a McLaren y Deloitte la elaboración del primer Manual de Circularidad para el deporte motor.
Este documento busca estandarizar prácticas de reciclaje y reutilización en la fabricación de los monoplazas, promoviendo un enfoque circular que transforme el impacto ambiental del automovilismo de élite.
¿Qué plantea el Manual de Circularidad?
El manual establece una metodología clara para que los equipos midan la circularidad en sus procesos, desde la producción de chasis y suspensiones hasta el manejo de residuos. El objetivo: reutilizar, rediseñar y extender la vida útil de piezas clave sin comprometer el rendimiento.
Nikolas Tombazis, director de monoplazas de la FIA, señaló que esta herramienta podría incluso trascender la F1, sirviendo de referencia para toda la industria automotriz.
McLaren, pionero en acción
McLaren ha marcado el rumbo: en 2023, probó el uso de fibra de carbono reciclada en carrera, y en 2020, experimentó con fibra de lino en los asientos. Estas iniciativas muestran que es posible innovar sin dejar de lado la sostenibilidad ni la seguridad.
Kim Wilson, responsable de sostenibilidad de McLaren Racing, afirma que este enfoque representa una nueva ventaja competitiva: los equipos que integren prácticas sostenibles podrían recibir incentivos regulatorios a futuro.
Retos y oportunidades
Uno de los desafíos más importantes es el reciclaje de materiales altamente técnicos como la fibra de carbono, que si bien es clave por su resistencia y ligereza, es difícil de reutilizar sin perder integridad.
Además del chasis, elementos como los neumáticos podrían incluir compuestos más amigables, como el caucho natural certificado por FSC, o tecnologías que reduzcan el volumen de desechos por actualizaciones técnicas.
Hacia una F1 circular
La visión a mediano plazo de la FIA es clara: integrar la economía circular en el reglamento técnico. Esto incluye desde el diseño de piezas hasta su fin de vida útil, creando un sistema de “circuito cerrado” en el que el reciclaje deje de ser una opción y se convierta en un estándar.
Con este enfoque, la F1 no solo mantiene su espíritu de innovación, sino que se posiciona como referente global en sostenibilidad aplicada al deporte y a la industria automotriz. La carrera, esta vez, es por un planeta más limpio.



