Krispy Kreme México dio a conocer los avances de su estrategia de responsabilidad social “Be Sweet”, con énfasis en la conservación ambiental y la reducción del desperdicio de alimentos. Durante 2024, la empresa implementó un programa integral de gestión de residuos alimentarios que ya opera en más de 100 sucursales del país.
Una de las principales acciones consiste en la donación de productos no vendidos a bancos de alimentos y organizaciones que apoyan a comunidades vulnerables. Además, a través de la plataforma Cheaf, los consumidores pueden adquirir donas no vendidas a precios reducidos, lo que permite extender la vida útil de los productos y disminuir el desperdicio.
Otra línea del programa es la conversión de productos no vendidos en forraje para ganado, destinándolos a ranchos y granjas como parte de un ciclo de aprovechamiento completo.
“Hemos puesto en marcha diversas iniciativas para reducir el desperdicio de alimentos. En este Día del Medio Ambiente, continuamos fortaleciendo nuestros esfuerzos”, señaló Maricarmen Garza, Líder de Sustentabilidad de la compañía.
Estas acciones forman parte de los tres pilares de la estrategia “Be Sweet”: apoyo comunitario, protección del medio ambiente y bienestar laboral. Krispy Kreme México busca así consolidar su compromiso con prácticas sostenibles en toda su cadena de valor.
