Información por Organización Mundial de la Salud
La Asamblea Mundial de la Salud (AMS) es el organismo supremo de toma de decisiones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En su septuagésima octava edición, celebrada en mayo de 2025, en Ginebra, Suiza, se abordaron temas fundamentales que impactan la salud pública a nivel mundial, desde la recuperación post-pandemia hasta la equidad en el acceso a servicios de salud.
La Asamblea Mundial de la Salud adopta un histórico Acuerdo sobre Pandemias para hacer que el mundo sea más equitativo y seguro frente a futuras pandemias.
En la 78ª Asamblea Mundial de la Salud, los Estados Miembros adoptaron por consenso el primer Acuerdo sobre Pandemias a nivel mundial, marcando un hito en la historia de la cooperación internacional en salud pública.
Esta decisión, resultado de más de tres años de intensas negociaciones, responde a la necesidad de fortalecer la preparación y respuesta global frente a futuras emergencias sanitarias, tras los devastadores efectos de la pandemia de COVID-19.
La adopción del acuerdo refleja un compromiso colectivo para mejorar la respuesta a emergencias sanitarias, promoviendo un enfoque más preventivo y colaborativo a nivel internacional.
La reunión se convirtió en una plataforma clave para reflexionar sobre las lecciones aprendidas durante la epidemia, identificar áreas de mejora y diseñar estrategias que permitan una respuesta más rápida, coordinada y efectiva en futuras crisis sanitarias.
El acuerdo establece marcos claros para la cooperación entre países, la movilización de recursos, la investigación y el desarrollo, así como la protección de los derechos humanos y la equidad en el acceso a la atención y a las vacunas.
Uno de los temas centrales discutidos durante la asamblea fue la prevención de pandemias a través de un enfoque colaborativo y multisectorial. Los delegados enfatizaron la necesidad de mejorar la vigilancia epidemiológica y establecer un sistema de alerta temprana que permita detectar brotes de enfermedades antes de que se conviertan en crisis. Además, se acordó reforzar las capacidades de los países para responder a emergencias sanitarias mediante la capacitación de personal y la inversión en infraestructura.
Otro punto destacado fue la equidad en la distribución de vacunas y tratamientos. La AMS hizo un llamado a los países más desarrollados para que compartan sus recursos y tecnología con aquellas naciones en desarrollo que aún enfrentan desafíos significativos en el acceso a la inmunización y atención médica. La creación de un fondo global de salud fue propuesta como una solución viable para financiar estas iniciativas y garantizar que todos los países puedan estar preparados para enfrentar futuras crisis sanitarias.
El impacto de la pandemia no solo afectó la salud física, sino que también generó un aumento considerable en los problemas de salud mental. Reconociendo esta realidad, la AMS incluyó en su agenda la promoción del bienestar mental, instando a los Estados miembros a implementar políticas que integren la salud mental en sus sistemas de atención médica. Se destacó la importancia de crear entornos saludables, fomentar la resiliencia emocional y proporcionar apoyo psicológico accesible para todos.
Con el avance de la tecnología, la Asamblea Mundial de la Salud también abordó el papel crucial de la innovación en la mejora de los sistemas de salud. Se discutieron estrategias para integrar las soluciones digitales en la atención sanitaria, desde telemedicina hasta aplicaciones móviles para el monitoreo de la salud.
Sin embargo, también se resaltó la necesidad de abordar la brecha digital existente para garantizar que todas las comunidades, independientemente de su ubicación o estatus económico, puedan beneficiarse de estos avances.
La batalla contra enfermedades tanto infecciosas como no transmisibles es un esfuerzo global que requiere la cooperación de múltiples sectores y actores. La AMS instó a los países a fortalecer las alianzas internacionales y regionales para abordar cuestiones comunes. La colaboración entre gobiernos, organizaciones no gubernamentales, sector privado y la comunidad científica fue identificada como esencial para avanzar en los objetivos de salud global.
Conclusiones y Futuro
La Septuagésima Octava Asamblea Mundial de la Salud fue un recordatorio del compromiso colectivo que se necesita para enfrentar los desafíos de salud que el mundo enfrenta hoy. Las decisiones tomadas durante esta asamblea sentarán las bases para un futuro más saludable y equitativo, donde la prevención y la preparación sean prioritarias.
Los resultados de esta reunión representan un paso hacia una mayor conciencia y acción conjunta en torno a la salud global.
A medida que el mundo avanza, será fundamental seguir trabajando, aprendiendo de las experiencias pasadas y adoptando un enfoque integral que contemple no solo las necesidades inmediatas, sino también las estructuras necesarias para garantizar un bienestar duradero para las
generaciones futuras.
Cada decisión y discusión en la AMS tiene el potencial de impactar vidas en todo el mundo, y es responsabilidad de cada país y cada ciudadano contribuir a la construcción de un sistema de salud que sea inclusivo, sostenible y capaz de enfrentar los retos del presente y del futuro.



