Después de más de una década sin pabellón propio, México volverá a tener representación nacional en la COP30, que se celebrará en Brasil. La propuesta integra innovación tecnológica y herramientas financieras digitales para fortalecer proyectos sostenibles y garantizar presencia mexicana hasta 2030.
Un plan multisectorial
De acuerdo con el consultor internacional Carlos Dehesa, el proyecto fue diseñado con una visión que involucra a la academia, empresas, gobierno y juventudes. La meta es consolidar un esquema de largo plazo que coloque a México como referente en la agenda climática global.
Inteligencia artificial para anticipar escenarios
Entre las innovaciones destaca la colaboración con Planett, startup que aplica inteligencia artificial para generar predicciones climáticas a cinco años. Como parte del proyecto, esta herramienta ofrecerá una licencia gratuita de un año para pruebas en el país, lo que permitirá planificar medidas de adaptación frente a fenómenos ambientales cada vez más frecuentes.
Inclusión financiera para proyectos sostenibles
En materia financiera, México anunció convenios con las plataformas Arkangeles y Binkio, fintech reguladas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. Gracias a ellas, ciudadanos y empresas podrán invertir en proyectos sostenibles con montos reducidos, ampliando la participación social e impulsando el impacto local y nacional.
Herramientas digitales para el pabellón
El pabellón contará con una aplicación móvil (en fase beta para iOS y Android) que ofrecerá la programación completa de los 15 días de actividades, traducción automática y un mapa interactivo de proyectos y estados participantes. A esto se suma el sitio web www.rumboalacop.mx y cuentas oficiales en redes sociales, que difundirán boletines y actualizaciones en tiempo real.
Rumbo a 2030
La estrategia busca dar continuidad a la presencia mexicana en foros climáticos internacionales. Con un horizonte planteado hasta 2030, la propuesta combina tecnología, innovación financiera y cooperación intersectorial para posicionar al país como un actor activo en la implementación de soluciones sostenibles.



