En su octava edición, Great Place to Work dio a conocer a los 100 Mejores CEO 2025, una lista que celebra a altos ejecutivos cuyo liderazgo ha fortalecido la confianza, la cultura interna y el compromiso organizacional en sus empresas. La convocatoria estuvo abierta para todas las organizaciones que aplicaron durante el ciclo 2024-2025, y cuyas cifras de participación y desempeño fueron evaluadas hasta el 31 de mayo de 2025.
¿Qué mide el reconocimiento?
La distinción no solo se basa en resultados financieros o tamaño de la empresa, sino en la percepción de los colaboradores. Una de las métricas clave fue el “Índice de Confianza” que los empleados tienen hacia la alta dirección. En promedio, las organizaciones seleccionadas presentan un nivel de favorabilidad del 81 %, evidenciando una cultura sólida de liderazgo y transparencia. Además, en las empresas premiadas:
- El 88 % de los colaboradores declaró que desea permanecer por largo tiempo en la organización.
- El 87 % afirmó sentirse tratado con equidad, sin importar su posición laboral.
- El 86 % consideró que su liderazgo superior encarna los valores y propósito de la empresa.
Estos indicadores reflejan que los CEOs reconocidos han logrado crear entornos de trabajo en los que la voz de cada persona cuenta, la ética es coherente con la práctica y el vínculo de confianza entre directivos y equipos es palpable.
Categorías y alcance
La iniciativa dividió a las empresas ganadoras en cinco categorías según su tamaño: “menos de 50 colaboradores”, “50 a 500”, “501 a 5 000”, “más de 5 000” y “multinacional”. De cada categoría fueron seleccionadas 20 organizaciones, para completar las 100. Entre los nombres destacados figuran compañías tradicionales, grupos financieros, empresas industriales y organizaciones del sector servicios, lo que demuestra que el buen liderazgo trasciende sectores.
¿Por qué es relevante?
El reconocimiento apunta a una transformación del rol del CEO: ya no es solo responsable del negocio, sino arquitecto de cultura, constructor de confianza y motor del propósito compartido. En palabras de los organizadores, estos ejecutivos “no solo lideran empresas — construyen entornos en los que las personas quieren estar, crecer y aportar”. En un entorno global cada vez más competitivo por el talento, representar valores concretos y promover el bienestar laboral se convierte en ventaja estratégica.
