Anticonceptivos de larga duración, alternativa para frenar embarazos no planificados en Latinoamérica
- Anticonceptivos Reversibles de Acción Prolongada (ARAP) ofrecen altas tasas de protección en mujeres jóvenes.
- Se calcula que 56% de los embarazos registrados en Latinoamérica no son planeados, siendo la tasa más alta en el mundo.
- Una de las principales causas del elevado número de embarazos no deseados es olvido o uso incorrecto de métodos anticonceptivos de uso diario.
Ciudad de México, 24 de abril de 2018.- Los Anticonceptivos Reversibles de Acción Prolongada (ARAP) cuentan con importantes beneficios y podrían ayudar a las mujeres jóvenes latinoamericanas a cumplir su metas de vida al prevenir eficazmente embarazos no planificados, incluso con una tasa superior de protección a la de métodos de mayor popularidad como la píldora anticonceptiva, destacaron expertos médicos durante el Taller Latinoamericano para Periodistas: “Mujer actual y anticoncepción, revelando nuevos caminos”, organizado por Bayer en la CDMX.
Con la participación de representantes del Consejo Nacional de Población (CONAPO), el Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia (COMEGO), la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA), la Universidad Estatal de Campinas en Brasil y el Departamento de Salud Pública de Los Angeles California, Estados Unidos, los especialistas coincidieron en que los embarazos no planificados constituye un importante problema de salud pública que requiere estrategias puntuales y efectivas que contribuyan a reducir esta situación común en los países latinoamericanos.
Tan solo en 2012 de los casi 18 millones de embarazos reportados en la región, alrededor del 56% no fueron planeados[i], como consecuencia de la falta de un anticonceptivo, pero también como resultado de errores en el uso u olvido en la toma de métodos diarios, semanales o mensuales por parte de las usuarias.
La Dra. Josefina Lira Plascencia, Vicepresidente del Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia, destacó que ante esta situación, diversas asociaciones gineco-obstétricas en el mundo como el Colegio Americano de Ginecología y Obstetricia y la Academia Americana de Pediatría aconsejan el uso de métodos ARAP – como los sistemas intrauterinos- en mujeres jóvenes y muy jóvenes, ya que por su alta tasa de efectividad y continuidad[ii] se adaptan a las necesidades de este grupo poblacional. Incluso, la Organización Mundial de la Salud[iii] destaca que estos métodos pueden emplearse en mujeres jóvenes y que aún no han tenido hijos.
En México, la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) considera el acceso a los métodos Anticonceptivos Reversibles de Acción Prolongada (ARAP) como una importante alternativa para ayudar a las mujeres jóvenes a planificar su vida reproductiva, destacando que “los métodos ARAP se encuentran entre las opciones de primera línea para las mujeres que estén por iniciar o hayan iniciado actividad sexual”.[iv]
Durante el taller, los especialistas destacaron que la eficacia de los métodos anticonceptivos depende de que las mujeres tengan un “uso perfecto” del mismo, es decir, que los tomen exactamente como los médicos lo recomiendan. El riesgo es que en la vida diaria las mujeres suelen olvidar su toma (concepto conocido como “uso típico”), lo cual eleva el riesgo de fallas de protección anticonceptiva y aumenta la posibilidad de un embarazo no planeado.
Métodos como la píldora anticonceptiva muestran una tasa de 3 embarazos por cada 1000 mujeres con un “uso perfecto” durante el primer año, pero estadísticas muestran que su “uso típico” arroja una tasa de 90 embarazos por cada 1000 mujeres. En el caso de los métodos ARAP se muestran una tasa de 2 embarazos por cada 1000 casos[v], tanto en “uso perfecto” como en “uso típico”, ya que al tener eficacia anticonceptiva de largo plazo no requieren de seguimiento constante de quien lo usa.
Durante su intervención, el Dr. Patricio Sanhueza, Coordinador de Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, destacó que los métodos ARAP ofrecen ventajas más allá de la anticoncepción como reducción de la cantidad y duración de los sangrados menstruales, mejor control del ciclo y disminución del riesgo de anemia, pero igual de relevante para las mujeres jóvenes es que estos métodos ofrecen ventajas en su vida cotidiana, al otorgarles apego, seguridad, libertad y comodidad con una protección de entre 3 y 5 años, permitiéndoles poder planificar proyectos personales o profesionales a mediano y largo plazo.
Para el Dr. Luis Bahamondes, profesor titular de Ginecología en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Estatal de Campinas en Brasil, el método anticonceptivo ideal es aquel que empate con el estilo de vida de cada mujer, considerado su condición de salud pero también sus actividades cotidianas, planes futuros, deseo de tener hijos a corto o largo plazo… y es aquí donde la consejería médica juega un papel fundamental para orientarlas en la selección del anticonceptivo adecuado.
El especialista aseveró que la elección anticonceptiva es una decisión importante para la vida de todas las mujeres, razón por la cual es importante promover conversaciones efectivas entre médicos y usuarias, informar a las mujeres sobre todas las opciones anticonceptivas incluyendo los métodos de larga duración, promover un papel activo de la usuaria para identificar la mejor opción de acuerdo con su necesidades, despejar dudas y mitos sobre los métodos, así como asegurar que sepan cómo funcionan los anticonceptivos y el efecto que tienen en su cuerpo.
“Cuando las mujeres eligen el método anticonceptivo que mejor se adapta a sus necesidades físicas y de estilo de vida, es más probable que lo usen de forma correcta y consecuente, evitando embarazos no planificados”[vi], concluyó.
Finalmente, durante el taller la voz de las latinoamericanas se puso de manifiesto a través de tres mujeres de diferentes países de la región, quienes compartieron sus puntos de vista, expectativas, deseos y dudas respecto a la importancia de contar y elegir opciones anticonceptivas que respondan y satisfagan sus necesidades personales, siempre en conjunto con la asesoría de un profesional de la salud.