Moda Mexicana, un legado hecho a mano

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Moda Mexicana, un legado hecho a mano

Mishelle Martain

Carla Fernández, la casa de moda mexicana que trabaja con diferentes comunidades artesanales mexicanas, surgió hace nueve años, al mando de Carla Fernández (Directora Creativa) y Cristina Rangel (Directora Operativa), con el fin de hacer moda en colaboración creativa y productiva con comunidades de artesanos nacionales.
Hace más de 15 años empezaron a tener contacto con las primeras comunidades donde conocieron más de sus artesanías, manualidades, cómo hacen sus prendas, así como de sus prácticas tradicionales. De esta manera se dieron cuenta de que los mejores diseñadores de este país viven en las montañas, desiertos, mares y selvas, de ahí su pasión por colaborar con gente que está arraigada a la tierra y vive de ella.
Plasmando los conocimientos que han pasado de generación en generación desde hace más de tres mil años, aproximadamente 150 artesanos en 19 comunidades de estados como Chiapas, Puebla, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, entre otros, forman parte del equipo de trabajo de “Carla Fernández”, lo cual, es de suma importancia, ya que evita la migración y genera retención de personas en México con un trabajo digno y seguro.
A través de esta colaboración con las comunidades, los artesanos logran eliminar a intermediarios que mal pagan por su trabajo, por lo que, con ellas tienen esa constancia que les permite estar tranquilos de un pago justo y la demanda constante de sus productos con la buena comercialización a través de su marca, creando prendas y productos adecuados para su venta.
Debido a que los artesanos trabajan a su propio ritmo y capacidades, las producciones de la marca son pequeñas, además de tener muy claro que no es necesario masificar su producción para así obtener un excelente producto. Al año se venden aproximadamente 5000 piezas, de las cuales el 50% es adquirido por clientes mexicanos, el otro 50% por compradores extranjeros que vienen a México; del mismo modo han exportado sus productos a Australia, Estados Unidos e Italia, sin embargo, una de sus metas en los próximos años es exportar más a distintos países.

El proceso de esta colaboración consiste en mandar a las comunidades las piezas que se tienen que intervenir, seguido de una revisión en talleres de confección, finalmente, las prendas se revisan en la oficina central y se distribuyen. Su máxima satisfacción es saber que sus creaciones son usadas constantemente para revitalizar la moda mexicana y su arte de orígenes ancestrales en las que el artesano involucra su ser material y sensibilidad.
La marca presenta dos colecciones de ropa al año, además de los básicos que se producen siempre, y que se basan en lienzos cuadrados y rectangulares como plataforma para dar origen a cualquier otra forma a partir de pliegues, dobleces y costuras. A este sistema de confección lo nombraron “raíz cuadrada” por su trabajo con las raíces de México y la prenda geométrica que viste a la mujer indígena.Por otro lado, han hecho prendas especiales para hoteles y restaurantes que buscan mostrar a México en una experiencia que va desde la decoración del lugar hasta el uniforme de sus colaboradores.
Cuentan con dos líneas de diseño disponibles: “Ancestros”, la cual tiene una intervención artesanal y la otra inspirada en cómo se elabora la indumentaria indígena, sin embargo, no tiene intervención artesanal con la finalidad de acceder a un mercado que no tiene la posibilidad de adquirir las piezas más costosas de la línea incluso, el 70% de las prendas vendidas son de la colección de Ancestros por lo que los artículos más buscados por el consumidor son aquellos con intervención artesanal.

Actualmente “Carla Fernández” tiene tres puntos de venta: en la CDMX, en San Miguel de Allende y en Mérida.
Parte del equipo de Carla Fernández está conformado por mujeres, comunidades indígenas y la comunidad LGBTIQ, que lucha contra la intolerancia, misoginia y xenofobia; ven la moda como un medio para transmitir sus ideas políticas por lo que participaron el 21 de enero de 2017 en la Marcha de las Mujeres en Washington mostrando su oposición a la toma de protesta de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, por medio de abrigos, huipiles y jorongos portados como carteles de denuncia y consignas de esperanza. Esta marcha reafirmó su convicción de impedir que el odio y el privilegio destruyan el sentido humanitario.
En temas de beneficio para México, Cristina comentó: “Debemos tener esta responsabilidad, todos los que hemos tenido la oportunidad de tener educación y experiencia en otros países y ver las maravillas que se pueden hacer. Yo siempre sentí la responsabilidad de tratar de crear un México o una empresa o una familia que vea un futuro más justo” es por eso por lo que Carla y Cristina han hecho buena mancuerna, ya que ven esa posibilidad muy real a través de su trabajo para un futuro.
Dentro del “Manifiesto de la Moda en Resistencia” realizado por el equipo de ‘Carla Fernández’, se dan a conocer los principios y compromisos de su labor, donde rechazan la opresión de trabajadores y la sobreexplotación de los recursos del planeta, aquí algunos de los puntos:

  • El verdadero lujo es que el gozo de unos no se dé a costa del sufrimiento de otros.
  • El verdadero lujo es organizar un sistema de trabajo generoso y placentero.
  • No a que el trabajo de unos valga más que el de otros.
  • No al rapto de la imaginación para beneficio exclusivo del comercio.

En 2013, Carla fue una de las 11 galardonadas a nivel mundial del Premio Prince Clause en Amsterdam, el cual reconoce artistas cuyas acciones culturales tienen un impacto positivo en el desarrollo de sus comunidades.
Como parte de su compromiso con la sociedad, la empresa está por recibir la certificación de Sistema B,el cual es un compromiso público por un desempeño responsable,consiste en medir su impacto social y ambiental comprometiéndose de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones, considerando las consecuencias de sus acciones a largo plazo en la comunidad y el medioambiente.
Las empresas que obtienen este certificado toman un compromiso de mejora continua y ponen el propósito empresarial al centro de su modelo de negocio, donde se consideran las acciones de la empresa en cuatro áreas: Gobernanza, Trabajadores, Medioambiente y Comunidad.
Destacados:


A este sistema de confección lo nombraron “raíz cuadrada” por su trabajo con las raíces de México y la prenda geométrica que viste a la mujer indígena.


Como parte de su compromiso con la sociedad, la empresa está por recibir la certificación de Sistema B,el cual es un compromiso público por un desempeño responsable.


 

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