CEPAL y OPS instan a acelerar los procesos de vacunación, transformar los sistemas de salud y construir estados de bienestar
Por GANAR – GANAR con información de CEPAL
La pandemia por COVID-19 ha cobrado poco más de 1,5 millones de vidas en América Latina y el Caribe y ha dado lugar a más de 45,7 millones de casos confirmados desde su aparición en la región, en febrero 2020. Por este motivo la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instan a los gobiernos de la región a fortalecer la inversión pública y consolidar Estados de bienestar, entre otras medidas, para controlar la crisis sanitaria en el corto plazo y avanzar hacia una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad ambiental, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La región acumula cerca de un quinto de los casos confirmados de COVID-19 y alrededor del 30 % de las muertes en todo el mundo, a pesar de constituir solamente el 8,4 % de la población mundial.
En 2020, a raíz de la crisis sanitaria, la región de América Latina y el Caribe experimentó la mayor contracción económica de los últimos 120 años y fue la región que tuvo el peor desempeño entre todas las regiones en desarrollo.
En el Plan de Autosuficiencia Sanitaria para América Latina y el Caribe el documento enfatiza que la persistencia de la crisis ha evidenciado la necesidad de transformar los sistemas de salud en América Latina y el Caribe, que ya antes de la pandemia se caracterizaban por la debilidad de la capacidad de respuesta de los servicios de salud, su subfinanciamiento, con un nivel muy inferior al acuerdo regional del 6 % del PIB, y la fragmentación y la segmentación del sistema de salud. Estas condiciones constituyen las causas estructurales de las inequidades en el acceso a los servicios de salud y la persistencia de un alto gasto de bolsillo, alertan la CEPAL y la OPS. De hecho, ambos organismos consignan en el informe “una alta correlación entre la vulnerabilidad socioeconómica y el nivel de gravedad y muerte por COVID-19”.
En el documento también se manifiesta la preocupación por la falta de acceso a los servicios de salud que ha experimentado una parte de la población durante la pandemia debido a la saturación observada.
En el informe, la CEPAL y OPS recalcan que “el Estado ha desempeñado un papel clave e indispensable a la hora de responder a los desafíos de la pandemia y debe seguir teniendo ese papel para tomar un nuevo rumbo de política pública, a fin de construir sociedades más igualitarias, inclusivas y resilientes”.
Entre sus recomendaciones específicas, ambas instituciones señalan la necesidad de: incorporar el enfoque intersectorial en las políticas de salud; transformar los sistemas de salud teniendo en cuenta la centralidad de la atención primaria de salud, fortalecer el ejercicio de las funciones esenciales de salud pública, la equidad en salud, la sostenibilidad financiera y el papel del Estado; acelerar los procesos de vacunación masiva y mantener las medidas sociales y de salud pública en niveles adecuados para controlar la crisis sanitaria; lograr avances tecnológicos para la salud y el desarrollo sostenible a nivel regional; acelerar los procesos de transformación digital del sector salud; mantener políticas fiscales expansivas y fortalecer la inversión pública para avanzar hacia una recuperación transformadora; y consolidar Estados de bienestar con políticas universales, redistributivas y solidarias con enfoque de derechos.