Repensando la sostenibilidad de las empresas

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Por Juan Carlos Camargo

Fundador y Director general de Endelevu. Sustainability not as usual

Si cada vez más empresas adoptan la gestión de la sostenibilidad en sus estrategia y prácticas, ¿por qué el impacto de sus iniciativas no se refleja significativamente en el avance global hacia un desarrollo sostenible?

Existe una desconexión entre la sostenibilidad a nivel de la empresa y el nivel global del desarrollo sostenible. El primero se enfoca en el desempeño, la gestión de riesgos y las relaciones con las audiencias clave, con una visión de corto y mediano plazo. Mientras que el segundo se enfoca a la sociedad, la economía y el planeta con una visión de largo plazo.

Las empresas buscan que la sostenibilidad sea una forma adicional de impactar positivamente el estado de resultados del negocio. El foco es maximizar a toda costa las utilidades de los inversionistas; las consideraciones ambientales o sociales pasan a un segundo plano.

A favor se dice que hay muchos avances en sostenibilidad y las empresas se comprometen con metas ambiciosas para mitigar el cambio climático o transitar hacia una economía circular.

La mayoría de las iniciativas empresariales de sostenibilidad, aunque correctas, por lo general no son lo que se requiere en enfoque, magnitud y tiempo para atajar los grandes retos globales. Están enfocadas en mejorar el desempeño de la empresa de manera gradual un año contra el anterior, sin que exista certeza del impacto medible en la sostenibilidad de los recursos, la sociedad o el ambiente. Usualmente se enfocan en generar un efecto positivo de imagen pública o son esfuerzos aislados, de baja escala y sin una visión sistémica, que pueden distraer de lo realmente importante.

Pongamos el caso del uso de fibras de PET reciclado en la fabricación de ropa. Si bien la iniciativa tiene beneficios económicos y ambientales, la aceptan los consumidores y tiene buena imagen pública, los principales retos del sector no se atienden por igual. Las emisiones GEI en las etapas de mayor consumo energético, corta durabilidad de las prendas, liberación de microplásticos al ambiente, malas condiciones laborales entre otros.

Este es un ejemplo de lo que diversos autores denominan como sustainability as usual (sostenibilidad inercial) y que se refiere a un enfoque de mejoras parciales o incrementales de una estrategia existente, que busca aumentar el valor para los accionistas al reducir la huella ambiental y social de la empresa.

Este concepto ayuda a entender por qué las iniciativas empresariales de sostenibilidad no contribuyen eficazmente a enfrentar los retos de sostenibilidad que vivimos.

Cuatro principios pueden ayudar a las empresas a pasar del paradigma dominante de la sostenibilidad inercial a la sostenibilidad no inercial.

I. Cambio de mentalidad

Cambiar la mentalidad dominante de las utilidades como prioridad absoluta y evaluar la idea y existencia del negocio a partir de su contribución al desarrollo sostenible sin dejar de generar utilidades. Construir un caso de sostenibilidad del negocio, en lugar del caso de negocio de sostenibilidad.

II. Crear el futuro

Cuando hablamos de sostenibilidad, ¿cómo nos imaginamos un futuro sostenible? Idear diferentes futuros deseables nos permite establecer, conectar y entusiasmar a la gente para generar cambios en formas de pensar, comportamientos y enfoques para construir ese futuro deseado, así como crear puentes con el presente y lo que las empresas deben hacer con sus estrategias de sostenibilidad ahora y en los años por venir.

III. Pensamiento sistémico

Solucionar problemas complejos como el cambio climático requiere de herramientas como el pensamiento sistémico. Este enfoque puede ayudar a las empresas a identificar las causas fundamentales de los problemas, buscar patrones a lo largo del tiempo y contemplar los impactos económicos, sociales y ambientales del sistema antes de decidir la forma más adecuada para resolverlos.

IV. Contexto de sostenibilidad

Considerar el contexto de sostenibilidad ayuda a determinar el desempeño de una empresa al comparar el uso que le da a un recurso con el estado real de disponibilidad en una región y comparar los impactos de la empresa con normas, estándares o umbrales de lo que deberían ser para ser sostenibles.

Tenemos la oportunidad de crear nuevos paradigmas que nos acerquen a un verdadero desarrollo sostenible, donde las empresas asuman el rol esencial que tienen para solucionar los retos que enfrentamos y utilicen plenamente sus capacidades y recursos para prosperar y trascender por su contribución a la sociedad. Este es el momento de actuar.

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