Empresas líderes urgen a la UE a acelerar la descarbonización
En un llamado sin precedentes, reconocidas multinacionales están alzando la voz para que la Unión Europea acelere sus objetivos en materia de cambio climático. Compañías de renombre como Unilever, Coca-Cola y GSK están solicitando que se establezca un objetivo ambicioso: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 90% para el año 2040.
Actualmente, la UE tiene establecido como objetivo alcanzar cero emisiones netas para el año 2050. A corto plazo, para el 2030, se busca lograr una reducción del 55% en las emisiones, teniendo como referencia los niveles de 1990.
El Corporate Leaders Group Europe (CLG Europe), conformado por diversas empresas líderes y convocado por el Instituto para el Liderazgo en Sostenibilidad de la Universidad de Cambridge, ha expresado su posición al respecto. En un documento recientemente publicado, los líderes empresariales exhortan a que se establezca una meta más audaz para 2040. Sostienen que una reducción del 90% con respecto a las cifras de 1990 es el camino correcto, y que la eliminación de carbono no debe exceder el 10% de ese progreso.
El mensaje subyacente de este documento es claro: se necesita enviar una señal firme y sin ambigüedades a las empresas sobre la determinación de la UE en materia climática. Esta claridad estratégica ofrecerá a las empresas y a los inversores la confianza necesaria para hacer inversiones a largo plazo en tecnologías limpias y sostenibles.
Lars Petersson, director ejecutivo de Velux, una de las empresas miembro del CLG, destacó la urgencia de establecer metas claras para 2040. Para él, la industria de la construcción, que representa más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, debe jugar un papel esencial en este proceso. Enfatizó además que muchas empresas ya están adelantándose en sus compromisos climáticos, como es el caso de Velux, que aspira a eliminar sus emisiones operativas y reducir a la mitad las emisiones de su cadena de suministro para 2030.
La lucha contra el cambio climático requiere una colaboración estrecha entre los gobiernos y el sector privado. Las voces que se levantan desde las principales empresas del mundo deben ser escuchadas y tomadas en cuenta en la construcción de un futuro más sostenible.