Reaparece el Tiburón de Groenlandia, el vertebrado más antiguo del planeta
Los misterios del océano no dejan de sorprendernos. En una reciente expedición en la Costa de Belice, científicos han redescubierto a un fascinante y esquivo habitante de las profundidades marinas: el tiburón de Groenlandia. De acuerdo a la revista ‘Marine Biology’, esta criatura, inicialmente confundida con un tiburón de seis branquias, resultó ser el vertebrado más longevo del planeta.
Al recordar el emocionante momento del avistamiento, Devanshi Kasana, biólogo de la Universidad Internacional de Florida, describió: “Nos topamos con una criatura de movimientos tan sosegados que parecía haber salido directamente de la era de los dinosaurios”.
El tiburón en cuestión, se estima, habría nacido alrededor del año 1505. A pesar de haber captado la atención mundial en 2016, este legendario animal había evitado los focos durante varios años. Su reciente aparición en el Mar Caribe añade un aire de misterio, pues es inusual que este tiburón se aventure en tales aguas.
Este encuentro nos deja con la intrigante pregunta de si el tiburón migró desde aguas árticas o si ha pasado gran parte de su vida en el Mar Caribe. Aunque aún sin respuesta, no sería de extrañar que otros ejemplares de esta especie estén escondidos en las profundidades caribeñas.
Demian Chapman, del Laboratorio y Acuario Marino Mote, mencionó: “Dudo que sea el único”. Estos tiburones, que pueden superar los cinco metros de longitud, crecen aproximadamente un centímetro al año. Las hembras alcanzan su madurez sexual pasando el siglo de vida, destacando su sorprendente longevidad.
El mundo abisal, oscuro y silencioso, es el hogar de estos tiburones. Aquí, la estrategia es crecer, moverse y envejecer a un ritmo pausado. En estas profundidades, donde la comida es un bien preciado, conservar energía es vital. A pesar de su casi completa ceguera, se orientan mediante el campo magnético terrestre. En particular, los tiburones de Groenlandia han perfeccionado su adaptación a este ambiente, viviendo quizá por más de dos siglos y medio.
En definitiva, el reencuentro con el tiburón de Groenlandia nos recuerda la inmensidad de secretos que aún guarda nuestro planeta, y la necesidad de respetar y proteger la rica biodiversidad de nuestros mares.