Una estrategia de Economia Azul puede solucionar el Desafio Del Sargazo: Minsait de Grupo Indra
En la protección de los ecosistemas del planeta, la reparación de daños no debe ser la tarea que concentre todos los esfuerzos.
A través de distintos proyectos, Minsait, una empresa de Indra, está demostrando que el uso de la innovación -tecnologías como Inteligencia Artificial, Nube y Big Data- puede lograr la realineación de prioridades: poner el foco en la planeación y la ejecución de estrategias robustas, y no en las maneras de reparar un desastre ambiental.
En la esfera medioambiental, las soluciones de fondo deben buscarse en la sostenibilidad, lo que implica crear entornos económicos e industriales que aprovechan con responsabilidad y eficiencia los recursos de un ecosistema, al tiempo que mejorarán la calidad de vida de las comunidades vinculadas a él. Desde la perspectiva de Minsait esta es la mejor manera de proteger el medioambiente.
En el caso específico de los ecosistemas oceánicos y costeros, dicha visión se materializa en el concepto de Economía Azul (Blue Economy), prácticas de sostenibilidad que, precisamente, fomentan un desarrollo económico que protege los hábitats del mar y garantizan el bienestar de las sociedades de los litorales; ejemplo de esto son las estrategias de pesca sostenible, así como los planes empresariales que impulsan al turismo ecológico.
Minsait considera que el modelo de Economía Azul, gracias a la innovación tecnológica, puede confirmar su viabilidad y lograr transformaciones de alto impacto.
1er Reto Nacional de Sostenibilidad BBVA 2023: una oportunidad para la innovación azul
Para mostrar cómo la innovación puede dar fuerza a un plan de Economía Azul, se puede mencionar el caso del sargazo: el tema de la primera edición del Reto Nacional de Sostenibilidad BBVA 2023, iniciativa encabezada por BBVA México, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Tecnológico de Monterrey, y en donde Minsait participa.
Estas algas marinas se han convertido en un serio problema para el Caribe mexicano. Al acumularse masivamente en las costas, el sargazo daña a la flora y fauna del área (no solo a la marina), y afecta los resultados de la industria turística de la zona.
Según algunas investigaciones, en 2023, en el Atlántico tropical se podrían aglomerar más de 20 millones de toneladas de sargazo, con el 5% del total instalándose en las playas caribeñas de México.
Ante este problema, la respuesta inmediata es muy clara: remover las algas lo más rápido posible. En el Caribe mexicano, según estimaciones, limpiar de sargazo un kilómetro de playa puede tener un costo anual de entre $300.000 y $1.5 millones de dólares; cifra que incluye gastos como sueldo de trabajadores, compra o renta de maquinaria, transporte de las algas, etcétera.
Con una visión de Economía Azul, fortalecida con tecnologías de vanguardia, cada una de las propuestas presentadas por los participantes en el Reto Nacional de Sostenibilidad BBVA 2023, se podría complementar con una perspectiva distinta, proactiva y eficiente, aplicando soluciones de Inteligencia Artificial (IA), Big Data o Analítica, para lograr dos metas clave como:
- Desarrollar modelos predictivos de flujos de sargazo; esto permitiría señalar, en tiempo real, zonas costeras en riesgo de ser afectadas por las algas, lo cual -a su vez- ayudaría a que comunidades, empresas y autoridades implementen estrategias de contención en forma oportuna.
- Una innovación como la IA puede enriquecer y acelerar las investigaciones que están buscando aplicaciones para el sargazo. Distintos organismos públicos y privados están usando esta alga para desarrollar productos que puedan aprovecharse en diferentes industrias (agricultura, construcción, farmacéutica, biocombustible, etc.).
“Estamos en un momento privilegiado: gracias a la innovación tecnológica, las estrategias de desarrollo económico sostenible, como el concepto de Economía Azul, pueden concretarse en proyectos con resultados previsibles, oportunos y medibles. Hace unas décadas, el sargazo en las costas sólo implicaba un desastre con serias consecuencias. Hoy, la tecnología nos permite imaginar formas de incorporar estas algas a la economía, generando beneficios en otros sectores”, apunta Óscar Díez, director general de Minsait en México.
El sargazo sin duda es un desafío notable. Sin embargo, es un reto que hoy podemos superar. Con una perspectiva de Economía Azul, apoyada en las innovaciones tecnológicas más poderosas de la actualidad, el sargazo puede dejar de ser un daño inevitable -un nocivo desperdicio- y convertirse en un elemento económicamente reutilizable. Una gran diferencia para los ecosistemas marítimos y costeros.