El impacto del veganismo en el consumo global de carne
El veganismo está dejando su huella en la industria alimentaria. Con el valor de mercado de Beyond Meat alcanzando los 12 mil millones de dólares y un incremento notable en las búsquedas de Google sobre veganismo, es evidente que el interés público en alternativas a la carne está en aumento. Este cambio se refleja en los hábitos de consumo, con grandes marcas ofreciendo opciones veganas para satisfacer una demanda creciente. Pero, ¿realmente está disminuyendo el gasto en carne a nivel mundial?
La Encuesta sobre Alimentos y Costes de Vida del Reino Unido ofrece una visión detallada de cómo los diferentes grupos demográficos gastan su dinero en carne. Aunque los datos se centran en el gasto y no en los precios o en las alternativas consumidas, indican una tendencia decreciente. Entre 2001 y 2013, el gasto en carne representaba entre el 3,4% y el 3,7% del gasto semanal típico de un hogar, pero para 2017, esta cifra había caído al 3,2%.
La disminución del gasto en carne, casi un 10% entre 2013 y 2016, sugiere un cambio significativo en los hábitos de consumo. Con más de 30 millones de hogares en el Reino Unido, la reducción del gasto en carne tiene implicaciones importantes para la industria cárnica. La clave para entender este cambio radica en identificar quiénes están reduciendo su consumo de carne y por qué.
Contrario a lo que se podría pensar, no son los millennials los principales impulsores de este cambio, sino la Generación Z, jóvenes de 18 a 24 años que han disminuido sustancialmente su gasto en carne. Curiosamente, las personas con ingresos altos siguen gastando una proporción mayor de sus ingresos en carne, mientras que los grupos con ingresos más bajos han reducido su gasto. Londres destaca por una disminución significativa en el gasto en carne, contrastando con regiones menos pobladas donde el consumo se ha mantenido constante.
Este análisis demuestra que la disminución en el consumo de carne no está impulsada únicamente por el veganismo, sino por una compleja interacción de factores demográficos, económicos y regionales. A medida que la sociedad se inclina hacia estilos de vida más sostenibles y conscientes de la salud, la industria alimentaria debe adaptarse a estas nuevas preferencias. La creciente popularidad del veganismo y el vegetarianismo no solo representa un desafío para la industria cárnica, sino también una oportunidad para innovar y ofrecer alternativas que satisfagan la demanda de un mercado en evolución.