Cada 1 de diciembre, el Día Mundial del Sida llama a reflexionar sobre los retos y avances en la lucha contra el VIH. A pesar de los logros en la reducción de infecciones y muertes, una persona muere cada minuto a causa de enfermedades relacionadas con el sida, subrayando la urgencia de acelerar los esfuerzos globales. En 2023, unas 39.9 millones de personas vivían con VIH, pero 9.3 millones carecen de acceso a tratamientos que podrían salvarles la vida, según datos de ONU Sida.
Desde el año 2000, las infecciones por VIH se han reducido significativamente, pasando de 2.8 millones a 1.3 millones en 2023. Sin embargo, al menos 28 países muestran un aumento en los contagios, especialmente en regiones como Oriente Medio y Europa del Este. Aunque las muertes por sida han disminuido en un 40% desde el inicio del siglo, en 2023 aún se registraron 630,000 decesos.
La prevención mediante tratamientos como la profilaxis preexposición (PrEP) ha mostrado resultados alentadores, destacando su eficacia en evitar nuevos contagios. Sin embargo, el estigma social y las barreras económicas dificultan su implementación, particularmente en países de bajos ingresos y regiones con restricciones culturales.
Nuevas terapias y barreras económicas
El desarrollo de tratamientos más efectivos, como el lenacapavir, ha sido calificado como revolucionario por su capacidad de prevención y tratamiento. Este medicamento, que solo requiere dos inyecciones al año, ha demostrado preliminarmente una eficacia del 100% como PrEP. Sin embargo, su alto costo, de aproximadamente 40,000 dólares por persona al año, limita su accesibilidad.
Ante la presión internacional, el laboratorio Gilead ha permitido la producción de versiones genéricas a bajo costo en países pobres, marcando un paso importante para democratizar el acceso al tratamiento.
El desarrollo de una vacuna contra el VIH sigue siendo uno de los mayores retos de la ciencia. La capacidad del virus para mutar y eludir el sistema inmunológico ha dificultado los avances en este campo. Aunque los tratamientos preventivos actuales, como la PrEP, se consideran herramientas casi equivalentes a una vacuna, el objetivo de crear una inmunización universal permanece inalcanzado.
Hacia el futuro: un llamado a la acción
La erradicación del VIH para 2030 es una meta ambiciosa de la ONU, pero los avances actuales son insuficientes para alcanzarla. Para cerrar la brecha, es fundamental garantizar el acceso a diagnósticos y tratamientos en etapas tempranas, reducir el estigma asociado a la enfermedad y fortalecer la distribución de medicamentos en las regiones más afectadas.
La lucha contra el VIH es un esfuerzo colectivo que requiere innovación científica, voluntad política y un compromiso social continuo para salvar vidas y construir un futuro libre de esta enfermedad.
