Microsoft ha publicado un nuevo estudio en la revista científica Nature donde evalúa cómo diferentes tecnologías de enfriamiento pueden reducir significativamente el impacto ambiental de los centros de datos, especialmente aquellos que impulsan sistemas de inteligencia artificial (IA).
Los centros de datos requieren grandes cantidades de agua y energía tanto en su construcción como en su operación. Tradicionalmente, se utiliza agua potable para el enfriamiento de componentes eléctricos, lo que ha generado preocupaciones éticas, especialmente en regiones con estrés hídrico. Un estudio citado por Microsoft estima que la infraestructura relacionada con IA podría llegar a consumir seis veces más agua que Dinamarca.
El estudio, revisado por pares, realiza una evaluación completa del ciclo de vida de cuatro tecnologías de enfriamiento: aire tradicional, placas frías (cold plates), inmersión en una fase e inmersión en dos fases. Esta última resultó ser la más eficiente, aunque depende de sustancias químicas PFAS, conocidas como “químicos eternos”, que actualmente enfrentan regulaciones en EE. UU. y la UE por sus efectos sobre la salud y el medio ambiente.
Los resultados muestran que las placas frías y los sistemas de inmersión pueden reducir:
- Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre un 15% y 21%
- Consumo energético hasta en un 20%
- Uso de agua entre un 31% y 52%, en comparación con el enfriamiento por aire
Además, Microsoft señala que operar con energía 100% renovable podría reducir las emisiones de GEI hasta en un 90%, independientemente de la tecnología de enfriamiento utilizada.
Aunque Microsoft aún no utiliza sistemas de enfriamiento por inmersión, sí ha comenzado a instalar placas frías en racks que alojan unidades de procesamiento gráfico (GPUs) para cargas de IA. La compañía también ha compartido su metodología de análisis en un repositorio abierto, invitando a otros actores del sector a replicar o adaptar sus evaluaciones.
Como siguiente paso, Microsoft probará en 2026 un diseño de centro de datos sin consumo de agua para enfriamiento, usando circuitos cerrados de agua fría que recirculan constantemente. Los dos primeros sitios piloto estarán ubicados en Phoenix, Arizona y Mt. Pleasant, Wisconsin, y todos los nuevos centros de datos construidos a partir de 2027 seguirán este modelo.
Esta investigación forma parte del compromiso de Microsoft de ser carbono negativo para 2030, aunque en su reporte más reciente, la compañía reconoció un aumento del 30% en sus emisiones desde 2020, atribuido en gran parte a la construcción de centros de datos para IA.
Con esta evaluación integral, Microsoft busca tomar decisiones informadas de diseño desde etapas tempranas, y al mismo tiempo impulsar un modelo de innovación compartida en favor de la sostenibilidad digital.



