Con el objetivo de recuperar ecosistemas y reforzar su compromiso con la sostenibilidad, Grupo Peñafiel llevó a cabo en septiembre una jornada de reforestación en el Cerro Viejo, donde se plantaron 1,800 árboles en 3.99 hectáreas con la participación de 40 voluntarios, entre colaboradores de la empresa y aliados comunitarios.
La actividad forma parte del proyecto colaborativo Charco Bendito, que integra a empresas, sociedad civil y autoridades locales. Gracias a esta alianza, en lo que va del año se han sembrado más de 32,000 árboles en la región, consolidando esfuerzos para proteger áreas naturales prioritarias en Jalisco.
Beneficios tangibles para la comunidad y el medio ambiente
El Cerro Viejo es considerado un espacio clave por su biodiversidad, además de su papel en la captación de agua y la regulación del clima local. La reforestación fortalece el suelo, mejora la calidad del aire y contribuye al hábitat de diversas especies. Para las comunidades de Tlajomulco, representa también la protección de una de sus principales fuentes de recarga hídrica.
Vocación de sostenibilidad
“Cada árbol que sembramos simboliza esperanza, vida y compromiso con las generaciones que vienen. Nuestro propósito es claro: cuidar de los recursos naturales y demostrar que juntos podemos transformar realidades”, señaló Jorge Olivera, director de la planta de Tlajomulco de Grupo Peñafiel.
Con este tipo de iniciativas, la compañía busca equilibrar crecimiento económico con responsabilidad social, reafirmando su papel como agente activo en la protección ambiental y el desarrollo comunitario.
