Shell y Microsoft apuestan por la fabricación de combustible sostenible para aviones
La startup de Chicago LanzaJet está tratando de abordar el problema mediante la producción de una alternativa al combustible para aviones convencional a base de petróleo que tiene menos emisiones de carbono y funciona con la infraestructura existente de la industria de las aerolíneas.
La empresa, formada en 2020, aún no ha generado ningún ingreso, pero ha obtenido muchos fondos para ponerse en marcha. Recientemente, recibió 50 millones en financiamiento de Microsoft, lo que se suma a las inversiones anteriores de Shell y un puñado de otras compañías de energía y aerolíneas, y el Departamento de Energía de Estados Unidos ha invertido 14 millones en una subsidiaria de la compañía para construir la primera planta de LanzaJet en Georgia. Para 2023, se espera que esa planta produzca decenas de millones de galones de combustibles diésel y para aviones sostenibles.
La aviación no militar representa el 11% de las emisiones relacionadas con el transporte de los Estados Unidos, según la Casa Blanca. Y casi todas esas emisiones provienen del combustible para aviones, dice Dan Rutherford, director de aviación del Consejo Internacional de Transporte Limpio. Por ejemplo, United informó 15,49 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente en 2020, y 15,39 millones de toneladas métricas provinieron del combustible para aviones.
Para Shell, la tecnología de LanzaJet lea ayudará a cumplir su objetivo de producir alrededor de 2 millones de toneladas de SAF al año para 2025, dijo un portavoz de la compañía a CNBC. Shell tiene como objetivo que el 10% de sus ventas globales de combustible de aviación sean SAF para 2030. Para lograrlo, Shell sublicenciará la tecnología LanzaJet en los próximos años.