Auge de la energía solar y los vehículos eléctricos en China impulsa el declive de las emisiones globales
Por décadas, a pesar de los esfuerzos por frenar el cambio climático, las emisiones globales no han dejado de aumentar. Sin embargo, según dos importantes agencias climáticas internacionales, este año podría representar un punto de inflexión, y 2024 podría marcar el inicio de un descenso en las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Esta caída sería impulsada principalmente por el crecimiento acelerado de las energías renovables y el aumento en la adopción de vehículos eléctricos, con China como protagonista.
Bloomberg NEF y Climate Analytics, dos organizaciones clave en el análisis del cambio climático, sostienen que 2023 podría haber sido el pico máximo de las emisiones globales. Leonard Quong, director de investigación de Bloomberg NEF, destacó que los cambios en el sistema energético mundial son los más grandes y rápidos desde la Revolución Industrial. Según estas proyecciones, es posible que, por primera vez en décadas, las emisiones globales empiecen a disminuir debido al reemplazo de combustibles fósiles por fuentes renovables, y a la expansión de los vehículos eléctricos, especialmente en China.
La importancia del momento
La reducción de las emisiones globales es crítica debido a la permanencia del dióxido de carbono en la atmósfera por siglos, lo que continuará calentando el planeta incluso después de que se dejen de emitir grandes cantidades. Desde la Revolución Industrial, la acumulación de carbono ha aumentado considerablemente, exacerbando el problema del cambio climático. A pesar de la toma de conciencia sobre la crisis climática, las emisiones siguieron aumentando a lo largo de los años, lo que hizo la situación aún más grave. Por ello, no solo es urgente detener este aumento, sino también reducir las emisiones de forma rápida y sostenida.
Los avances en energías renovables y vehículos eléctricos están mostrando que un cambio estructural en el sistema energético global es posible. En 2020, hubo una caída temporal en las emisiones debido a la pandemia de COVID-19, pero esta disminución fue atribuida a las restricciones económicas y no a cambios fundamentales en el sistema energético. Ahora, en 2024, el cambio es impulsado por el crecimiento de las energías renovables, como la solar y eólica, y la reducción en el uso de combustibles fósiles.
La revolución de la energía solar y los vehículos eléctricos
Uno de los factores clave en esta transformación es la energía solar. En la última década, el costo de los módulos solares ha disminuido en más del 90%, lo que los ha convertido en una fuente de energía extremadamente asequible, incluso más económica que las plantas de carbón existentes. Esta drástica reducción de costos ha permitido a los países en desarrollo acelerar su transición hacia fuentes de energía más limpias. La inversión global en energía solar alcanzará los 500 mil millones de dólares este año, superando a todas las demás formas de generación de energía.
China ha liderado esta transición con la instalación de más energía solar en un solo año que todo lo instalado en la historia de Estados Unidos. Este país también se ha consolidado como el mayor productor de componentes solares, fabricando alrededor del 90% de los componentes solares del mundo. Este crecimiento no solo está ayudando a reducir las emisiones en China, sino que también está mejorando la calidad del aire y beneficiando la salud pública.
El auge de los vehículos eléctricos es otro factor fundamental. En 2023, China se convirtió en el mayor mercado de vehículos eléctricos, con más del 50% de los autos eléctricos del mundo circulando por sus carreteras. Las ventas de estos vehículos crecieron un 35% respecto a 2022, y los expertos esperan que esta tendencia continúe, lo que podría reducir la demanda mundial de petróleo en los próximos años.
¿Qué sigue para las emisiones globales?
A pesar de los avances, la lucha contra el cambio climático no está resuelta. Aunque las emisiones globales parecen haber alcanzado su punto máximo, es esencial que el descenso sea rápido para evitar un calentamiento global peligroso. Según Neil Grant, analista de Climate Analytics, la velocidad con la que las emisiones disminuyan será crucial para limitar el calentamiento a 1.5 grados, el objetivo establecido en el Acuerdo de París.