Unilever ha renovado su llamado a las asociaciones industriales con las que colabora para que respalden de manera activa políticas climáticas más sólidas. A través de su más reciente Informe de Compromiso con Políticas Climáticas (CPER, por sus siglas en inglés), la compañía señala avances, pero también destaca que aún la mitad de estas organizaciones solo están “alineadas de forma pasiva”, sin una participación real en el impulso de acciones concretas.
Menos desalineación, pero falta mayor compromiso
En la evaluación de 2024, 18 de las 26 asociaciones analizadas no presentaron contradicciones con las políticas climáticas de Unilever, frente a 13 de 27 en el informe anterior. No obstante, la empresa considera que aún queda trabajo por hacer: muchas asociaciones aún no ejercen su influencia para acelerar la eliminación de combustibles fósiles ni la transición hacia energías renovables.
“La eliminación rápida de los combustibles fósiles es esencial para mantener el aumento de temperatura global dentro de los límites del Acuerdo de París”, afirmó Rebecca Marmot, directora de Sustentabilidad y Asuntos Corporativos de Unilever. “Ya hemos intensificado nuestra defensa directa de políticas climáticas, y necesitamos que nuestras asociaciones hagan lo mismo”.
Evaluación independiente y enfoque estratégico
El análisis fue realizado por Volans, una firma especializada, utilizando datos públicos de la plataforma LobbyMap de InfluenceMap, que rastrea el comportamiento político de empresas y asociaciones. El objetivo fue determinar si estas agrupaciones apoyan o bloquean políticas alineadas con las metas climáticas de Unilever y la ciencia.
La compañía busca ahora que estas asociaciones pasen de una simple alineación discursiva a una acción visible. Algunas recomendaciones incluyen la creación de subcomités climáticos, la actualización de posturas políticas y la mejora en la transparencia de sus actividades de cabildeo.
Contradicciones que deben resolverse
A pesar de que muchas asociaciones respaldan el crecimiento de las energías renovables, también mantienen posturas favorables hacia los combustibles fósiles, lo cual genera inconsistencias. Unilever trabajará con ellas para alinear estas posiciones y avanzar hacia un entorno regulatorio favorable a la descarbonización.
“Las asociaciones industriales tienen un papel clave en las negociaciones regulatorias. Pueden ser líderes climáticos si usan su influencia para defender políticas que verdaderamente reduzcan emisiones”, reiteró Marmot.
Próximos pasos
En su informe anual, Unilever sigue considerando el cambio climático como un riesgo significativo para su negocio. Durante 2025, continuará buscando formas de colaborar más estrechamente con asociaciones industriales que puedan acelerar políticas públicas favorables a la transición energética y climática.
La empresa mantiene sus metas: alcanzar cero emisiones netas para 2039 y un sistema energético 100% descarbonizado en países desarrollados para 2035. Para lograrlo, exige mayor acción, coherencia y liderazgo colectivo del sector empresarial.