Diferencias clave entre RSC y ESG
Cuando se trata de inversión socialmente responsable, hay dos acrónimos principales que deben conocerse: RSC (Responsabilidad Social Corporativa) y ESG (Ambiental, Social, Gobernanza). Ambos hacen referencia al compromiso de una empresa con la sostenibilidad, pero lo enfocan de formas diferentes.
A continuación, se abordará cada uno, explicando sus diferencias y qué factores se debe tener en cuenta a la hora de elegir entre ellos. Este artículo es para ayudar a comprender mejor cuál enfoque es el mejor para su cartera.
Cabe destacar que a la RSC también se le conoce como RSE, Responsabilidad Social Empresarial.
¿Qué es la RSC?
La responsabilidad social de las empresas (RSE) es un término que hace referencia al compromiso de una empresa de actuar de forma ética y sostenible. Una política de RSE aborda cuestiones como los derechos humanos, la salud y seguridad de los empleados y el impacto medioambiental. Muchas empresas adoptan políticas de RSC para mejorar su imagen pública y atraer a más clientes e inversores.
Por otro lado, la inversión ASG es un tipo de inversión que tiene en cuenta los factores medioambientales, sociales y de gobernanza (ASG) de una empresa. Los inversores que se centran en los factores ASG están interesados en empresas que están haciendo avances positivos en estas áreas. Aunque las políticas de RSC son una forma de que las empresas demuestren su compromiso con los factores ASG, no son la única. Otros indicadores de los resultados de una empresa en materia de ASG son sus emisiones de carbono, sus prácticas de gestión de residuos y el trato que dispensa a sus empleados.
¿Qué es ESG?
La inversión ASG (medioambiental, social y de gobernanza) es un tipo de inversión socialmente responsable que tiene en cuenta factores que van más allá de la rentabilidad financiera. Los criterios ASG toman en cuenta el impacto de una empresa en el medio ambiente, su trato a los empleados y otras partes interesadas, y sus prácticas empresariales en general.
Muchos inversores se interesan por la inversión ASG porque quieren invertir en empresas que tengan un impacto positivo en el mundo. Otros creen que las empresas con sólidas prácticas ASG serán más capaces de superar los retos medioambientales y sociales y, por tanto, más resistentes desde el punto de vista financiero a largo plazo.
Cada vez hay más pruebas de que las empresas centradas en la ASG obtienen mejores resultados que sus homólogas a lo largo del tiempo. Según un estudio reciente de MSCI, las empresas con buenas calificaciones ASG superaron a las que tenían calificaciones bajas en un 2,3% anual entre 2010 y 2016. Y un estudio de S&P Global concluyó que el 75 % de las empresas de su índice mundial superaron a sus homólogas del sector en al menos una métrica clave de ASG en los últimos cinco años.
Aunque no existe una definición consensuada de lo que constituye una empresa “respetuosa con las ESG”, hay ciertas actividades y prácticas que tienden a hacer que una empresa sea más atractiva para los inversores en ESG. Entre ellas figuran la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora de la eficiencia energética, la inversión en fuentes de energía renovables, la diversificación de la mano de obra, la aplicación de políticas para evitar la discriminación y el acoso, y el fomento de la sostenibilidad de la cadena de suministro.
Diferencia entre RSE y ESG
Hay algunas diferencias clave entre la RSE y la ESG. En primer lugar, la RSE se centra en el impacto de las actividades de una empresa en la sociedad, mientras que la ASG examina el impacto medioambiental y social de las inversiones. En segundo lugar, la RSE es voluntaria, mientras que la ESG es obligatoria en algunos países para las empresas que cotizan en bolsa. Por último, los informes de RSE suelen ser breves y centrarse en iniciativas concretas, mientras que los de ESG son más extensos y abarcan una gama más amplia de temas.
A pesar de estas diferencias, RSE y ASG son conceptos complementarios. Ambos implican considerar el impacto de las decisiones empresariales sobre las personas y el planeta. Y ambos pueden ayudar a las empresas a identificar riesgos y oportunidades, mejorar sus operaciones y generar confianza entre las partes interesadas.
Cómo pueden integrarse la RSE y la ASG
La integración de la RSE (responsabilidad social de las empresas) y la ASG (responsabilidad medioambiental, social y de gobernanza) puede llevarse a cabo de varias maneras. En primer lugar, los informes de RSE pueden integrarse en los de ASG. Esto permite a las empresas ofrecer una visión más holística de su impacto medioambiental y social. En segundo lugar, las empresas pueden optar por alinear sus objetivos de RSE con sus objetivos ASG. Esto garantiza que la empresa trabaja por el desarrollo sostenible en todos los ámbitos de su actividad. Por último, las empresas pueden hacer uso de la tecnología para ayudarles a seguir y gestionar sus iniciativas de RSE y ASG. Esto ayuda a crear una forma más eficiente y eficaz de gestionar estos programas.
En conclusión, la RSE y los ASG son dos conceptos importantes pero distintos. La RSE se centra en las responsabilidades de una empresa para con sus grupos de interés, mientras que los ASG examinan los factores medioambientales, sociales y de gobernanza que pueden afectar a los resultados de una empresa. Aunque es importante tener en cuenta ambos, es importante comprender las diferencias entre ellos para poder tomar decisiones informadas sobre dónde invertir su dinero.