Nestlé ha dado un paso decisivo hacia su meta de cero emisiones netas para 2050 con la puesta en marcha de una segunda caldera de biomasa en su fábrica de café de Girona, especializada en la producción de café soluble NESCAFÉ y cápsulas NESCAFÉ Dolce Gusto. Esta nueva infraestructura permite revalorizar la totalidad de las cápsulas utilizadas de café generados en el proceso productivo, transformándolos en una fuente energética renovable.
La inversión para la instalación de esta segunda caldera asciende a 22 millones de euros y se suma a la realizada en 2020, que supuso más de 17 millones de euros. Ambas calderas trabajan a partir de un subproducto vegetal: las cápsulas de café, que destacan por su alto poder calorífico. En 2023, la planta generó más de 52,000 toneladas de estos residuos, que ahora son aprovechados al 100% para la producción de vapor.
Junto a las cápsulas de café, la nueva caldera utiliza entre 12,000 y 15,000 toneladas anuales de astillas forestales provenientes de bosques catalanes gestionados de manera sostenible y certificados con el sello Sure. Este modelo de economía circular y uso de recursos locales fortalece el compromiso ambiental de la compañía.
Cada caldera genera unas 116,000 toneladas de vapor anuales, lo que permite que el 80% de la demanda total de vapor de la fábrica se cubra ya con fuentes renovables. Como resultado directo, Nestlé evita la emisión de más de 36,000 toneladas de CO₂ equivalente y reduce significativamente su dependencia del gas natural.
Con esta estrategia, Nestlé no solo optimiza su eficiencia energética, sino que reafirma su enfoque en sostenibilidad, impulsando la innovación industrial con impacto ambiental positivo.