La salud de los animales es clave para alcanzar un futuro sostenible
Las mejores prácticas de salud y cría de animales y las tecnologías existentes podrían reducir las emisiones de la ganadería en un 30%, según la FAO.
Un enfoque holístico de los sistemas alimentarios, incluida la ganadería sostenible, puede ayudarnos a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible relacionados con el hambre, la pobreza y el cambio climático.
El cambio climático, unido a la inseguridad alimentaria mundial, es cualquier cosa menos sencillo. Pero estamos perdiendo terreno en la lucha contra el hambre y la malnutrición.
Según el último informe sobre el estado mundial de la alimentación y la nutrición de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), se calcula que 670 millones de personas -el 8% de la población mundial- seguirán desnutridas en 2030; la mayoría de estas personas viven en el Hemisferio Sur del globo. Además, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos estima que 34 millones de personas en América, incluidos 9 millones de niños, sufren inseguridad alimentaria.
Para hacer frente a esta necesidad de alimentos asequibles y nutritivos y satisfacer la demanda de fuentes de proteína animal -que se calcula que aumentará entre un 50% y un 70% de aquí a 2050 debido al crecimiento de la población- es necesario tener en cuenta la producción sostenible de carne, leche y huevos en cualquier plan a largo plazo para hacer frente al cambio climático.
Además de alimentar a nuestro mundo, estos alimentos proporcionan vitaminas y micronutrientes esenciales que también contribuyen a la estabilidad económica. Aproximadamente 1,300 millones de personas dependen de la ganadería para su subsistencia en el Sur Global; la industria de la carne de vacuno en Estados Unidos genera más de 188.000 millones de dólares en producción económica y proporciona 1.4 millones de puestos de trabajo a tiempo completo directa e indirectamente.
En la COP27, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrada en Egipto, se hizo palpable la urgencia de cumplir los compromisos adquiridos en la COP26. Un resultado histórico de estas negociaciones fue la creación de un Fondo de Pérdidas y Daños que, por primera vez, incluyó la agricultura en la agenda de los debates nacionales.
Lamentablemente, sólo 14 de los 148 países que han presentado planes de acción climática este año abordan específicamente la salud animal, lo que pone de manifiesto el potencial infrautilizado que tienen los animales como parte de las soluciones al cambio climático.
Se está mejorando la calidad de la atención a los animales. En los últimos cinco años, hemos visto de primera mano cómo el acceso a medicamentos veterinarios de calidad, redes de laboratorios de diagnóstico y formación veterinaria pueden tener un enorme impacto en el África subsahariana a través de nuestra iniciativa African Livestock Productivity and Health Advancement (ALPHA), puesta en marcha en colaboración con la Fundación Bill y Melinda Gates.
Gracias a la introducción en la región de productos veterinarios para el ganado, como vacunas, tratamientos antiparasitarios y medicamentos; el acceso a laboratorios de serología operativos donde realizar pruebas de diagnóstico; y la formación de más ganaderos, veterinarios y paraveterinarios, hemos conseguido que 128 millones de animales reciban prevención y tratamiento de calidad contra las enfermedades, lo que se traduce en animales más sanos que suministran carne, leche y huevos a la región.
Los países desarrollados, en los que la atención al ganado ya es avanzada, también están haciendo progresos significativos. Gracias a las pruebas genómicas, los ganaderos pueden predecir con conocimiento de causa qué animales serán más propensos a las enfermedades, lo que mejora la sostenibilidad de la ganadería bovina y lechera. Los productores pueden utilizar esta información para tomar decisiones operativas estratégicas que ayuden a los animales a mantenerse sanos durante más tiempo.
Además, las tecnologías de precisión en sanidad animal ayudan a los ganaderos a acceder a los datos que necesitan para gestionar sus animales de forma más eficiente, previniendo enfermedades y tratando a los enfermos. Para que los ganaderos puedan predecir, prevenir, detectar y tratar aún más enfermedades, es necesario un mayor desarrollo y acceso a estas tecnologías.