Certificación LEED como tendencia evolutiva a una mejor calidad de vida y retorno en las inversiones inmobiliarias

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Por Jorge Ávalos Carpinteyro, Presidente del consejo de ESCALA y CEO de Fibra Mty

Con más de 30 años en funcionamiento, la Certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design) se ha colocado como el sistema de legalización sostenible más utilizado en el mundo, presente en más de 180 países. De acuerdo con el Green Building Council, México fue reconocido como uno de los 10 principales países y regiones LEED de 2019. Esta misma institución certificó 232 proyectos de diciembre de 2020 a julio de 2021 en nuestro país.

A lo largo de los años, los desarrolladores han adoptado este mecanismo como una herramienta de planificación y toma de decisiones al momento de proyectar sus edificaciones en comparación a la construcción regular. Al utilizar menos energía, los espacios certificados LEED ahorran dinero a los empresarios y por ende al usuario final. Se ha reconocido que este tipo de certificación es un factor importante en la plusvalía de los inmuebles, ya que reduce el costo de mantenimiento, mejora el confort de los ocupantes y respeta al medio ambiente.

De acuerdo con datos de Green Group[1], entre los grandes beneficios económicos al obtener este tipo de certificación, se permite un mayor ahorro en el consumo de energía; debido a que al cumplir con los estándares se obtiene una reducción de residuos de hasta un 90% y de entre 30 a 50% en uso de agua.

Construir edificios verdes permite capitalizar la inversión en sostenibilidad y convertirse en un referente que promueve los valores de respeto al medioambiente. Otras de las ventajas de la certificación LEED, además de la eficiencia energética y económica, es el aumento en el rendimiento y productividad de los colaboradores en los lugares de trabajo, ya que les permite mejorar el confort en el edificio, aumenta el employee engagement y disminuye el ausentismo laboral.

Según Green Building, implementar la Certificación LEED trae consigo también beneficios como:

  • Espacios con mejores condiciones para la salud y productividad
  • Reducción de emisiones de gases de efecto invernadero
  • Acceso a incentivos fiscales
  • Disminución en los costos de operación y residuos
  • Ahorro energético y de recursos

Para que un edificio obtenga la Certificación Sostenible, se requieren de un total de 110 créditos, clasificados en siete categorías:

  • Ubicación y transporte: presta atención en incentivar el transporte alternativo (bicicletas, autos híbridos, transporte público) enfocado a la disminución del uso del auto común.
  • Sitios sustentables: se refiere a los agentes que impacta dentro del entorno exterior, como evitar la sedimentación y erosión, restauración del hábitat, tratamiento de agua de lluvia, entre otras estrategias.
  • Eficiencia del agua: en el aprovechamiento óptimo del agua, su tratamiento, captación, reutilización, ahorro y su desecho correcto.
  • Energía y atmósfera: procura una utilización óptima de la energía, la fuente de la misma y cómo la eficiencia energética impacta en la comunidad.
  • Materiales y recursos: toma en cuenta el origen de los materiales en la construcción, dando prioridad a los reutilizados. Además, evalúa la manera en que los residuos propios de la construcción son manejados.
  • Calidad de ambiente interior: enfocada en el bienestar de los ocupantes del inmueble a través de estrategias que influyan en su salud y bienestar.
  • Así como acciones que procuren una renovación del aire interior a través de una adecuada ventilación, libre de químicos o humo de tabaco; el aseguramiento de un ambiente interior con una temperatura confortable, entre otros aspectos considerables en los edificios LEED.
  • Innovación: se basa en el compromiso constante de mejora de las estrategias implementadas.

Un punto importante de analizar, es el expuesto en la encuesta realizada por Dodge Data & Analytics en el año 2018, donde expone que el 19% de los proyectos que se realizan en el sector de la construcción ecológica, lo hacen en función de la solicitud del cliente, la mayoría de estos, son grandes empresas que buscan cumplir con dichas certificaciones y así, tomar ventaja de los bonos verdes del mercado de valores o herramientas financieras similares,  dejando en claro que la información necesita descentralizarse y bajar a aquellos que tienen la decisión y el capital para nuevos desarrollos.

Otro factor a destacar en la construcción sustentable es que en la mayoría de los países latinoamericanos todavía faltan normas y prácticas mínimas de construcción para proteger el medio ambiente o no siempre se acatan.

Las certificaciones permiten a empresas como ESCALA, líder en gerencia de proyectos en el sector inmobiliario, demostrar a los desarrolladores que el gran beneficio es que su inversión es ambientalmente responsable, el cual se ve reflejado a mediano y largo plazo. Actualmente, la compañía realiza todo el proceso para que sus clientes puedan obtener dichas certificaciones ante las instancias correspondientes; pero se está trabajando para que en periodo corto de tiempo pueda convertirse en certificadora, posicionándose así, como una empresa de vanguardia en el ámbito de la construcción, socialmente responsable,

Cualquiera que sea el proceso para lograr una certificación sustentable, esta nos lleva a un proceso innovador de la construcción de edificios, algo que seguirá en tendencia y va a modificar el curso de los desarrollos inmobiliarios en el país y en todo el mundo.


[1] Fuente:  Green Group

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