Multiculturalidad en el trabajo ¿en realidad suma?

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Por Esteban Echavarría Cano / Partner Costa Rica / Great Place to Work®

Si hay alguna experiencia en mi larga vida laboral que considero rica en todo el sentido de la palabra es la de promover la multiculturalidad en los ambientes de trabajo. Una de las claves de los equipos de alto rendimiento, que aprendí y apliqué con éxito en mi vida laboral, es la de “Enriquecernos en la diversidad”. Les recomiendo la lectura del interesante libro “Choca esos cinco” de Ken Blanchard, donde se describe de una manera muy amena la importancia de poner en práctica esta interesante clave empresarial. 

 

Recuerdo una vez haber entrevistado a un gerente financiero de una importante empresa informática. En la conversación me contó que tenía entre su equipo, cocineros, arquitectos, además de informáticos y financieros. Al preguntarle por qué había escogido tal variedad de profesiones para un departamento financiero, me dijo que lo más valioso de su equipo era su multiculturalidad.

“Tenemos opiniones para todos los gustos. Mi equipo es capaz de ponerse en la situación de cada uno de nuestros clientes, lo que nos permite tener una visión mucho más amplia de la que tendríamos si todos fuéramos financieros como yo”- me contestó con brillo en los ojos. Luego me explicó que su equipo tenía un rendimiento tan alto, en comparación con los otros departamentos de la organización, que la dirección de Recursos Humanos estaba empezando a contratar personas de oficios y perfiles diversos para otras áreas.

 

En el trabajo, pero también en lo social: resultados

Mi propia vida familiar ha sido de enriquecimiento multicultural, empezando por mi esposa, egipcia de nacimiento y francesa de nacionalidad; mis hijos son españoles y yo soy colombiano. Juntos hemos vivido en 5 países diferentes aprendiendo a convivir con personas de todas las razas, edades y culturas.

También en mi experiencia profesional, he encontrado muchos beneficios en ambientes multiculturalmente ricos. Mis socios en los emprendimientos que tengo son personas mucho más jóvenes que yo, provenientes de culturas muy diferentes a la mía, que me aportan una visión diversa y complementan mi propia experiencia, con otras maneras de ver el mundo.

La multiculturalidad se puede obtener enriqueciendo el equipo con personas de distintas edades, géneros,  razas, profesiones y nacionalidades. Lo importante de un equipo diverso es que todos y cada uno se ven sometidos a un permanente cuestionamiento de sus propios paradigmas, lo que genera una sana tensión que los hace esforzarse por entender puntos de vista completamente diferentes a los propios. Esto eventualmente los hace crecer y ampliar sus horizontes y su manera de ver el mundo. Este esfuerzo por adaptar la propia comprensión de las cosas desarrolla en el equipo la capacidad de producir resultados más efectivos en todos los ámbitos.

 

Multiculturalidad, herramienta de comprensión

La diversidad, nutrida por la multiculturalidad, genera habilidades para ver nuevos caminos, fomentando la capacidad de innovación. Esto es particularmente importante cuando necesitamos ponernos en los zapatos de los clientes, cuando necesitamos interactuar con otros departamentos, resolver problemas complejos o tomar decisiones importantes.

La multiculturalidad ofrece además un ambiente de trabajo colorido, lleno de distintas maneras de pensar, de hablar y de ver el mundo. Los mejores ambientes de trabajo en  que yo he vivido han sido aquellos donde hay personas de todas las edades, géneros, culturas y razas. Generalmente esto nos hace a todos ser más tolerantes y abiertos aprendiendo a  gestionar los “desacuerdos sin  desagrados”, de manera natural en el equipo.

No siempre es fácil conseguir la adaptación de las personas a ambientes culturales distintos. He vivido algunas veces la experiencia de directivos que se empeñaban en mantener su manera de ver el mundo y de comunicarse con los demás, creando con su actitud una tensión y un distanciamiento innecesario, que frecuentemente terminaba por la renuncia de muchos miembros del equipo. Esto es en particular importante cuando algunos líderes son expatriados a nuevos países y se ven sometidos a la necesidad de comunicarse y dirigir equipos con una cultura y una manera de comunicarse muy diferentes a la suya.

Corresponde al departamento de recursos humanos encontrar el camino para ayudarle a todos los miembros del grupo a entender y aceptar con actitud positiva estas diferencias culturales y lingüísticas. Cuando hay un nuevo líder, los talleres de trabajo en equipo son sumamente provechosos. En estos espacios se promueve que las personas, más allá de sus tareas profesionales, profundicen en el conocimiento mutuo de su mundo cultural y familiar. Normalmente los equipos multiculturales, con la adecuada dirección de los líderes, se convierten en una fuente de riqueza para las organizaciones que saben promoverlos y gestionarlos.

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