La inclusión y la diversidad en tiempos modernos

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Por Rodrigo Kambayashi *

 

La diversidad puede ser interpretada con diferentes matices: Desde un aspecto biológico como el género, color de piel o edad, factores sociales tales como nivel de educación, religión, ingresos económicos, nacionalidad e incluso algunos de difícil clasificación como la preferencia sexual, “hándicap” (condición de desventaja) e incluso la atractividad. La diversidad se encuentra en otros aspectos de nuestras vidas; en nosotros mismos y nuestra acciones, en nuestra cotidianidad cuando nos exponemos en ambientes diversos y, gracias a ésta, podemos aprender y encontrar como nuestra una evolución de nuestra propia individualidad.

También gracias a la diversidad nos podemos reflejar en ella para reconocer nuestras diferencias con los otros, y así conocernos mejor a nosotros mismos.

El mercado también toma ventaja de esta diversidad. Nos permite afiliarnos materialmente a esta búsqueda de la personalidad única frente a una sociedad despersonalizante llena de números y sobre todo gracias al frenesí del consumismo: Marcas de ropa, bebidas energéticas, jabones bio y autos deportivos.

Más importante aún, la diversidad nos pone en relación con un sistema. Nos invita a reflexionar sobre nuestro papel con otros. En la naturaleza la diversidad ofrece la clave del equilibrio para establecer relaciones cíclicas virtuosas para formar un ecosistema: Los desechos de unos son las fuentes de energía de otros.

En el mundo laboral, la diversidad y los programas de inclusión que vemos en las empresas no son nuevos, aún vamos muy atrasados. En el 2019, California pasó una ley para que las empresas públicas tengan al menos una mujer en el consejo de administración. Todos hablan de la diversidad, pero el mundo de los negocios sigue siendo un mundo de hombres. Sin embargo, un famoso estudio en el 2018 (1) hizo mucho énfasis en la relación entre diversidad y sus potenciales beneficios. Este estudio de Boston Consulting Group (BCG), con 1 681 empresas en diferentes sectores y de diferentes tamaños, concluye que aquellas empresas con una diversidad más desarrollada reportan 19 % más beneficios de sus departamentos de innovación, que se traducen en 9 % más de ganancias antes de los impuestos generales. Impresionantes resultados. Sin embargo, para entender la variable clave para comprender la relación entre diversidad y performance no es necesariamente la innovación sino la adaptabilidad.

Nuevos mercados, generan nuevos servicios y estas nuevas generaciones de empresas demandan servicios con características diferentes. En la adaptabilidad existen variables a tener en cuenta: No es sólo la diversidad, sino el management, la cultura, las estructuras organizacionales y la comunicación.

La diversidad es una pieza clave para abandonar paradigmas tradicionales caducos, lo que nos permite adaptarnos a nuevas y más inclusivas formas de actuar. Buscar esta diversidad cognitiva significa retar nuestro status quo, esos viejos juicios de valor sin fundamento para aceptar la riqueza de diferentes puntos de vista, hábitos y perspectivas. Y es justo ahí, donde la inclusión puede jugar un papel determinante.

La diversidad se basa en la variación de las características de la persona, es un hecho medible en función de las variables. La inclusión es cómo las personas son integradas en un proceso común para permitir esas diferencias y coordinarse para el beneficio mutuo, es un proceso.

Independientemente de que seguimos en un mundo de negocios completamente desequilibrado y poco diverso donde aún los paradigmas más clásicos de géneros no son tratados abiertamente, existen temas donde la tecnología nos permite vislumbrar un camino hacia la inclusión más comprensiva. Es el caso de la inteligencia artificial y el hándicap para habilitar el círculo virtuoso de la Responsabilidad Social Empresarial.

Microsoft con su programa “AI for Accesibility” (Inteligencia Artificial para la Accesibilidad) en principio, muy enfocado a temas de comunicación para todos, destinó 25 millones de dólares a su programa en el 2018. Ejemplos como guías de audio instaladas en los lentes (2) que traducen las características visuales del camino a casa en instrucciones sonoras haciendo un cálculo de riesgo gracias a la proyección de la trayectoria de Eric Bridges, CEO del American Council of the Blind y ciego de nacimiento. Estas nuevas tecnologías (3) le ayudan a Eric a descifrar en palabras los textos de la tarea de su hijo de 3 años, y también a ejercer su paternidad de manera más plena. Una silla de ruedas eléctrica (4) diseñada para que con los gestos de su rostro ayude a que una niña parapléjica pueda manejar su silla de ruedas eléctrica sin necesidad de mover un dedo y recupere poco a poco su independencia, al menos móvil. En el plano de la educación, gracias a una tableta especial (5), las páginas web y documentos escritos son traducidos instantáneamente al sistema Braille.

El mundo ha sido creado por y para una oligarquía económica-estética que excluye a aquellos que no cumplen con las características típicas de los tomadores de decisiones y su público objetivo. Por ejemplo, las escaleras, invento de la arquitectura en el 6000 a. de C. fueron y son un medio ingenioso para conectar desniveles. Sin embargo, es un ejemplo donde los estándares de optimización de espacios y las formas estéticas crean espacios pensados sólo por y para los más aptos. Las escaleras están diseñadas para un usuario “privilegiado”. Es decir, ni niños pequeños, ni ancianos, ni mutilados de guerra y no se diga personas en sillas de ruedas o incluso con carriolas. Este es sólo un ejemplo cotidiano donde este público ha sido excluido arbitrariamente de manera “artificial” por nuestra sociedad en función del beneficio de los más “privilegiados”. No es necesariamente la mayoría, sino la mayoría que interesa. Enfocarnos en la base de la pirámide es una pista tan inminente como necesaria.

Dentro del mundo laboral, otras tecnologías aún en etapas tempranas de desarrollo, planean adaptar hojas de cálculo y sistemas de project management para personas ciegas a través de comandos vocales en combinación con análisis disponibles en sistema Braille. Otros experimentan estas interacciones directamente con las descargas eléctricas de ciertas partes del cerebro.

Es interesante cómo la inteligencia artificial nos lleva a repensar no sólo su uso por los hándicaps sino por su definición en sí. Bajo la definición de que hándicap es una construcción no sólo biológica o social, sino que ahora una definición de hándicap funcional es cada vez más inminente.

En 50 años ¿quién será elegido para el puesto de un contador, un hombre blanco con estudios técnicos de calidad media, o una mujer no vidente pero experta en hojas de cálculo braille – audio de la suite office 2070? ¿Quién estará en una circunstancia desfavorable en este caso? ¿Acaso vemos un patrón de la reproducción de estas prácticas privilegiadas de unos para el beneficio de otros?

Al comprender nuestro rol único como pequeñas piezas de un rompecabezas gigante y complejo, podemos olvidar esa defensiva conservadora de nuestra posición privilegiada y encontrar la manera de crear juntos un mundo lleno de innovaciones que nos permita adaptarnos a la vez que creamos un ambiente más comunitario, más equitativo y efectivo para todos.

*Rodrigo Kambayashi: Maestro en Sociología Organizacional y candidato a doctor en Sociología Económica por la Universidad de París Sorbonne en el tema de la RSE. Profesor de ética de negocios y RSE en el IESEG School of Management, Paris. Correo Electrónico: [email protected]
1 https://www.bcg.com/en-us/publications/2018/how-diverse-leadership-teams-boost-innovation.aspx
2 Smart caption glasses : https://www.nationaltheatre.org.uk/your-visit/access/caption-glasses
3 Microsoft Seeing AI app : https://www.microsoft.com/en-us/ai/seeing-ai
4 Wheelie 7 pour HOOBOX robotics. https://hoobox.one/
5 Blitab : https://blitab.com/

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