Inversiones y Responsabilidad Social

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Por Abraham Haneine*

 

Es casi un hecho que las empresas no consideran la Responsabilidad Social de forma prioritaria e integrada cuando definen su plan de inversión y gasto cada año.

Craso error: el hacerlo no sólo no necesariamente representa inflar el presupuesto de inversión (CapEx o Capital Expenditure) o gasto (OpEx o Operating Expenses), puede incluso representar eficiencias y sinergias entre planes y programas de la empresa y así, cumplir con una responsabilidad que hoy en día no sólo no es optativa, sino que es básica.

Como ya he referido en el pasado, para que la Responsabilidad Social, sea parte integral de la dinámica de una empresa, debe imbuirse en la cultura y filosofía organizacional.  Desde socios y fundadores hasta colaboradores, proveedores, medios y altos mandos. También ayuda muchísimo que se considere dentro de la Planeación Estratégica de la empresa. Así hecho, no se siente como un fenómeno desconectado o como un conjunto aislado de actividades sólo realizadas para cumplir con un mandato medio legal y medio social.

Algunos tips para considerar al momento de planear –e incluso ejecutar– inversiones e integrar de la mejor manera los planes y actividades de Responsabilidad Social en tu empresa:

      • Considerar los proyectos de Responsabilidad Social como inversión y nunca como gasto:
        Para darles la naturaleza de mediano y largo plazo dentro de la planeación presupuestal y su ejecución. Por otro lado, hacemos coherente el hecho de ver dichos proyectos como algo inherente a la cultura de la empresa
      • Establecer, desde la fase de planeación, sinergias que “amarren” los proyectos Sociales con la operación de la empresa:
        Al buscar este empate y las sinergias que se puedan generar, se legitima el hecho de que la empresa visualiza el tema de Responsabilidad Social con el mismo nivel de importancia que tienen los proyectos estratégicos de la misma y que, además, con esto se garantiza la continuidad de éstos
      • Definir y asignar estructuras de gente que ejecute, pero también monitoree y exija cumplimiento:
        Este punto se explica por sí mismo, pero ayuda a motivar a la gente y a buscar las eficiencias antes referidas.
      • Ser igual de disciplinado para el gasto en proyectos operativos o de inversión típicos que en aquellos de Responsabilidad Social:
        El mismo grado de disciplina operativa, financiera, fiscal y legal debe existir entre todos los tipos de proyectos que la empresa planee, organice y ejecute. Así, siempre tendrá visibilidad de la eficiencia de los mismos, y no exhibirá tratamientos especiales para ninguno.

 

Entonces, hay que desarrollar KPI’s (Key Performance Indicators o Indicadores Clave de Desempeño) que ayuden a medir estos proyectos y así poder medir eficiencias y sinergias de los mismos.

 

*Abraham Haneine es consultor de negocios con más de 21 años de experiencia habiendo participado en Banca de Inversión, gestionando y asesorando proyectos disruptivos y de alto impacto, consultando empresas para mejorar su rentabilidad, eficiencia y en la consecución de certificaciones en varias ISO/NOM. Ha ocupado cargos de alta dirección (C-Level) en empresas como Promecap/Soros Fund Management, Grupo Televisa, S.A.B., e Intelisis Software, S.A. entre otras. Para mayor información y contacto: www.haneineconsultores.com; Oficina 55 6234-1202, Móvil 55 2885-6847, [email protected].

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