8 hábitos saludables para prevenir el cáncer de mama

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El cáncer de mama es el más común entre las mujeres. Hay muchos factores de riesgo para padecer cáncer de mama, como la genética, los antecedentes familiares y las elecciones de estilo de vida. Sin embargo, también hay muchas cosas que las mujeres pueden hacer para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

La relación entre el estilo de vida y el cáncer de mama

El estilo de vida es uno de los factores que pueden contribuir a padecer cáncer de mama. El consumo de alcohol, la dieta, el peso y el ejercicio desempeñan un papel en la determinación del riesgo.

Está bien establecido que el consumo excesivo de alcohol puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Cuanto más bebidas alcohólicas se ingieran, mayor será el riesgo. Incluso un consumo moderado (una bebida al día) puede aumentar ligeramente el riesgo. Si decide beber alcohol, es mejor que se limite a no más de una bebida al día.

La dieta también influye en el riesgo de cáncer de mama. Una dieta rica en carnes procesadas y rojas se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. Una dieta rica en frutas y verduras puede reducir el riesgo. También es importante mantener un peso saludable: el sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama.

Se ha demostrado que el ejercicio físico disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama. Las mujeres físicamente activas tienen un riesgo menor que las sedentarias. La cantidad de ejercicio necesaria para reducir el riesgo no está clara, pero incluso una cantidad moderada de actividad (30 minutos al día) puede ayudar.

Estos factores del estilo de vida son sólo algunos de los que pueden influir en el riesgo de padecer cáncer de mama. Tomar decisiones saludables en todas estas áreas puede ayudar a mantener el riesgo general bajo.

8 hábitos saludables para prevenir el cáncer de mama

Hay muchas cosas que las mujeres pueden hacer para reducir el riesgo de cáncer de mama. Algunas opciones de estilo de vida pueden ser más importantes que otras. Aquí hay ocho hábitos saludables que pueden ayudar a prevenir el cáncer de mama:

1. Mantener un peso saludable.

El sobrepeso o la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Por lo tanto, es importante mantener el peso bajo control. Mantener un peso saludable también puede ayudar a reducir el riesgo de padecer otras enfermedades, como las cardiopatías y la diabetes.

2. Haga ejercicio con regularidad.

El ejercicio tiene muchos beneficios para la salud, incluida la reducción del riesgo de cáncer de mama. Intente hacer al menos 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada la mayoría de los días de la semana. Esto puede incluir caminar, montar en bicicleta, nadar o tomar una clase de fitness.

3. Lleve una dieta saludable

Comer muchas verduras y frutas, especialmente las que contienen antioxidantes y fitoquímicos, puede ayudar a proteger contra algunos tipos de cáncer. Limite las carnes procesadas y rojas, y evite el consumo excesivo de alcohol, ya que todo ello se ha relacionado con un mayor riesgo de cáncer de mama. En su lugar, céntrate en comer muchas frutas, verduras, cereales integrales y fuentes de proteínas magras.

4. Evite fumar

Fumar está relacionado con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el de mama. Si fuma cigarrillos, dejar de hacerlo es la mejor manera de reducir el riesgo de cáncer y otros problemas de salud. Hable con su médico sobre las formas de ayudarle a dejar de fumar.

5. Limite su consumo de alcohol

El consumo de alcohol aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Si decide beber alcohol, hágalo con moderación. Para los adultos sanos, eso significa hasta una bebida al día para las mujeres y dos bebidas al día para los hombres.

6. Hágase pruebas de detección de cáncer de mama con regularidad

Las pruebas de detección pueden ayudar a encontrar el cáncer de mama en una fase temprana, cuando es más tratable. La Sociedad Americana del Cáncer recomienda que las mujeres de 45 años o más se hagan una mamografía cada año y que continúen haciéndolo mientras estén lo suficientemente sanas para hacerlo. Las mujeres de 40 a 44 años deben hablar con su médico sobre cuándo empezar a hacerse mamografías y con qué frecuencia.

7. Conozca sus antecedentes familiares

Tener un pariente cercano (madre, hermana o hija) con cáncer de mama duplica el riesgo de padecer la enfermedad. Si tiene antecedentes familiares de cáncer de mama, hable con su médico sobre cuándo debe empezar a hacerse mamografías y con qué frecuencia. También es posible que necesites pruebas genéticas para ver si tienes ciertos genes que te ponen en mayor riesgo de padecer la enfermedad.

8. Amamantar, si es posible

La lactancia tiene muchos beneficios tanto para la madre como para el niño. También puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de mama. Si puede dar el pecho, hágalo durante el mayor tiempo posible.

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