Margarita C. Gutiérrez MBA y articulista de negocios

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Sostenibilidad Post-Pandémica

Entre los cargos que ha desempeñado Margarita ha sido Gerente Responsable de Sostenibilidad de Compras Globales – Cadena de Suministro en Amazon; Directora de adquisiciones en Elementia; Gerente senior comercial – proteínas y packs en Mars; Directora de compras globales en Grupo Bimbo durante 3 años.

Desde el 2015 sabemos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) nos ayudarán a construir un puente para que, en el 2030, el progreso social y económico sostenibles estén asegurados en todo el mundo. Los 17 ODS fueron aprobados por 193 países en la sede de la ONU, en Nueva York, incluyendo 169 metas, como guía de desarrollo global.

También sabemos que, hasta el 13 de Febrero del 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reporta para la pandemia por COVID-19 un total de 755.7 millones de casos, con 6.8 millones de fallecimientos a nivel global; particularizando para México, la OMS reporta

7.4 millones de casos con 332,483 fallecimientos.

Alteraciones post-pandémicas y falta de gobernanza

En opinión de varios expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI), la pandemia por COVID-19, precipitó de manera aguda la actividad económica y la seguridad de trabajo por las restricciones de movilidad al pedir a la población mantenerse en sus casas dando como resultado una catástrofe económica autoinfligida en el afán de contener el contagio a lo largo de distintas variantes del virus u olas de contagio. Esto, aunado a la adopción de información incorrecta o incluso falsa por parte de la población viviendo en ambientes políticos populistas -que desdeñan a los expertos- así como la falta de una respuesta internacional coordinada para hacer frente a la pandemia, solo terminaron mostrándonos la verdadera vulnerabilidad y fragilidad humana.

Es esta falta de coordinación (o gobernanza) internacional la que, desde el principio de la pandemia, permitió que las fronteras de distintos países cerraran a destiempo, una vez que el virus había sido introducido y que otros países nunca cerraran sus fronteras, a pesar de saber que la toma de temperatura o una prueba negativa no era suficiente para distinguir si una persona estaba contagiada (pudiendo ser asintomática).

¿Cómo lograr sostenibilidad después de la COVID-19 y estar preparados para la siguiente pandemia?

Los ODS no van a tener una prórroga en su fecha de cumplimiento fijada en el 2030 únicamente porque la pandemia por COVID-19 dejó al mundo en situación inconveniente, durante varios años. Se hace necesaria una nueva manera de abordar la sostenibilidad. Es entonces cuando proponemos pensar en que, tanto el manejo de una Pandemia (por COVID-19 u otra) como los ODS tienen denominadores comunes, los cuales podemos entretejer para hacer frente de mejor manera a la siguiente pandemia al tiempo que avanzamos en su cumplimiento.

Por consiguiente, el ODS 3 (Salud y Bienestar) es el que guía en una pandemia las acciones de la sociedad, instituciones privadas y el gobierno, siendo apoyado por el ODS 4 (Educación de calidad), el cual permitiría contar con información válida y suficiente para informar y prevenir durante un brote pandémico al inicio de este, o conforme las olas de contagio avancen sobre las medidas

de contención para todos los actores afectados por el brote, a través de los canales adecuados. El ODS 6 (Agua limpia) se hace indispensable para que la población pueda mantenerse en condiciones higiénicas durante el tiempo que dure el brote pandémico, así como el ODS 11 (Ciudades sostenibles) que aportaría la infraestructura necesaria para que las poblaciones cuenten con los servicios que la población necesita, operando eficientemente incluso en crisis sanitarias como las de una pandemia. El ODS 12 (Producción y Consumo responsable) impele a repensar las cadenas de suministro, a encontrar fuentes locales, así como a reciclar y reducir nuestro consumo. Muy importante considerar el ODS 13 (Acción por el clima), pues se vuelve trascendental para reducir los riesgos biológicos que se generan cuando las manchas urbanas continúan avanzando y a su paso desentierran virus y bacterias ocultos o desconocidos, sacando de su hábitat natural a las especias que viven ahí, para después obligarlas a convivir con los humanos bajo dosis de antibióticos elevadas, entre otras potenciales causas de pandemias. El ODS 17 (Alianzas para lograr objetivos) englobaría en tiempos pandémicos a las instituciones de ámbitos públicos, privados, gubernamentales, médicos, científicos, educativos, militares, eclesiásticos y minorías que fueran necesarias y suficientes para lograr comunicar de manera adecuada a cada sector de la población tanto los mensajes de sensibilización como los de obligatoriedad en cuanto al cumplimiento de las medidas de contención.

¿Cómo podemos apoyar tanto a la consecución de los ODS como a una mejor organización ante futuras pandemias?

Mientras se propone una gobernanza internacional que coordine a todos los países durante brotes pandémicos, podemos trazar algunas directrices que nos ayudarán a hacer frente de mejor manera a la siguiente pandemia:

  • Comprensión y aterrizaje de la transdisciplinariedad.
  • Apertura a la transfuncionalización.
  • Elevar el Capital Social para reducir la desafección ciudadana.

Conclusiones

La pandemia por COVID-19 ha sido un hito importante que ha puesto en evidencia la falta de gobernanza internacional; lo peligroso de las políticas populistas al ceder el control total de la pandemia a los estados; el fracaso del sentido común de la población para seguir las pautas correctas ante la infodemia; el casi nulo apoyo solidario entre países ricos hacia los más necesitados; la generación cada vez más frecuente de virus con potencial de convertirse en epidemias o pandemias y la endeble estabilidad financiera internacional.  Entre las pautas para una mejor convivencia en el 2030 se encuentran los ODS, a los que hay que cuidar con esmero -cual ramas que arraigan recién plantadas- para que se conviertan en árboles frondosos para entonces. En adición a las acciones que tomen los estados y las recomendaciones técnicas, se hace necesaria la participación ciudadana en la toma de decisiones. Es la población la que fomenta, construye y valida -a través del diálogo- las relaciones que sustentan los 17 ODS.  Sólo así lograremos construir economías y países no sólo estables, que generen prosperidad y seguridad para todos, sino también que sean “a prueba de pandemias”.

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