NUEVOS Y VIEJOS REFUGIADOS del Cambio Climático

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Es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, el océano y la tierra

 Por Rodrigo Kambayashi

Hoy en día 1% de la población viven en zonas de climas extremos.

En 2070, será casi el 20 % de la población.

 “…Billones de personas llaman hogar a estas zonas… ¿a dónde irán…?”

Abraham Lustgarten, The New York Times, 2020

El cambio climático se hace cada vez más presente en nuestros discursos. Los estudios ligados a la emisión de CO2 son cada vez más eficaces y una de las consecuencias que empieza a ser cada vez más presente es la migración debida al cambio climático. Desde el 2008, Brown1 alertaba la posibilidad de que 200 millones de “refugiados climáticos” se esperan para el 2050. En el 2020,  The New York Times muestra una serie de fotografías de migrantes por situaciones climáticas extremas y donde la sequía es ya una realidad tangible como en Guatemala. Estudios muestran que, en estas zonas ya áridas, se espera una reducción de 60 % de lluvias. Excelente artículo2 que nos muestra una faceta más intensa de ya conocida historia. Aquellos que migran no para seguir un sueño, sino porque un huracán les destrozó las cosechas de maíz y café.

En algunas ciudades costeras de Alaska el debate es intenso pues tienen que ser relocalizadas. El caso de Kivalina que logró ser relocalizada y Shishmaref son claros ejemplos de que el aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos y la cantidad de recursos disponibles pueden dejar desprotegidos a miles de habitantes por una falta de planeación. Una falta de consenso sólo alarga el proceso.

 

La migración como problema es el resultado de una falta de visión y de optimización de recursos

La migración no es el problema. Nuestra historia nos muestra que es algo totalmente natural. El problema reside en nuestra actual falta de planeación y de liderazgo político combinado con la falta de apertura social de las clases dominantes para cimentar las bases y afrontar con dignidad este fenómeno natural. Es casi evidente que una persona que no tiene documentos no habla el idioma no tiene acceso a la educación y por lo tanto no tiene la oportunidad de un trabajo, su costo de oportunidad de delinquir es bajo, y por lo tanto es muy posible que lo haga. ¿Por qué gastar en muros cuando podemos invertir en escuelas? ¿Por qué gastar dinero para cerrar las puertas de sociedades del norte donde la tasa de natalidad cae vertiginosamente en vez de preparar este cambio con nuestros hermanos del sur? ¿Por qué dejarlos sin ayuda en las ciudades en vez de preparar la descentralización de estos migrantes?

¿Por qué no actuar cuando los principales responsables del cambio climático se encuentran en el hemisferio norte y los principales afectados en el hemisferio sur? ¿Podríamos cambiar bonos de carbono por inversión en estructuras de adaptación de migrantes?

Las pirotecnias políticas juegan un papel clave, sin embargo, el gobierno no tiene la última palabra en un tema con este nivel de complejidad. El sector privado debe jugar un rol mucho más activo para aprovechar esta dinámica social que el gobierno en solitario parece no tener una respuesta clara. Al sector privado le falta un poquito de imaginación moral. Las palabras claves: Diversidad, inclusión y apertura.

En el pasado, nuestras diferencias han sido la fuente más común de conflicto. Desde el punto de vista personal, de pareja, pero se aplica de igual manera a nivel de barrios, equipos de fútbol, comunidades y países. Esta combinación es aquella que nos hace únicos. Es eso que nos une en el extranjero, pero insisto que no son las diferencias en sí que generan los conflictos, sino nuestro afán de competencia donde contextualizamos lo diferente como menos eficaz o significativo. Los otros son diferentes y por lo tanto representan un peligro. Insisto, no son nuestras diferencias en sí, sino la representación ciega, no exacta y por lo tanto absurda, que nuestra psique interpreta estas diferencias como amenazas a nuestro statu quo. Nuestra culpable ignorancia que asume conocer las razones de porqué aquellos que son diferentes a nosotros se comportan de una manera delirante: Pecamos de Etnocentristas. Culpo en parte aquellos esfuerzos del gobierno por promulgar un amor a la patria los lunes en la mañana sin aconsejarnos que  somos parte de una hermandad más grande: El mundo.

 

Se preconiza la supervivencia del más apto. Sin embargo, excluye otra posibilidad aún más potente: aquella de la cooperación

Insisto, el sentirse ligado a la tierra es sano, es parte de nuestra personalidad y un gran motivo de orgullo. Esta atribución social de sentido de pertenencia ligado a una superficie geográfica tiene mucho sentido bajo a perspectiva de supervivencia, pero exclusivamente bajo una lógica Darwinista, donde se preconiza la supervivencia del más apto. Sin embargo, excluye otra posibilidad aún más potente: Aquella de la cooperación.

Empresas como Hasbro, BASF y L’Oreal tienen políticas de diversidad muy interesantes. El tema de la equidad dentro de las empresas parece ganar cada vez más terreno. Vemos más números en los reportes sociales y eso nos aliente. Cada vez más avances en comunidades LGBT e incluso en temas de hándicap.

Sin embargo, se nos escapan dos variables: La edad, principal variable de discriminación en el mundo, así como el papel de los migrantes en el sector productivo.

Según el Consejo Mundial de Refugiados (World Refugee & Migration Council) Algunas soluciones pueden ser dibujadas tomando como eje las siguientes directivas:

1.- Incluir a los refugiados y trabajadores migrantes en las políticas ESG (medio ambiente, sostenibilidad y buen gobierno).

2.-Asegurar la participación de los principales organismos internacionales a nivel privado e intergubernamental (CPI, OCDE y OIT para promover estas normas de participación de los estados miembros.

3.- Desarrollar un proceso de certificación de refugiados / migrantes para bienes y servicios para advertir a los consumidores que los productos y servicios específicos son producidos o proporcionados por refugiados compensados de manera justa. Cabe señalar que será importante desarrollar un proceso de certificación que sea minucioso, riguroso, completo y no automático, y que cuente con auditores externos imparciales, incluidos los representantes de las comunidades de refugiados, para evaluar el desempeño corporativo en relación con esos estándares.

A los cuales yo añadiría de manera muy general y a nivel personal:

4.- Invitar  a Recursos Humanos a renovar sus anticuados cursos de diversidad e inclusión para preparar a los futuros directivos desde ahora.

5.- Enseñar a nuestros hijos que el cambio es una oportunidad para todos, que nuestra sociedad no siempre tiene la razón y que tampoco es la única manera de hacer las cosas. Cooperar en vez de competir y sensibilizarlos de la importancia de su papel en el desarrollo evolutivo de nuestra sociedad.

 

  1  Brown, 2008.  UN Library. https://www.un-ilibrary.org/content/books/9789213630235c005

  2 https://www.nytimes.com/interactive/2020/07/23/magazine/climate-migration.html

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