UN NUEVO estudio global realizado en 28 países por Ipsos para el Día Mundial del Refugiado muestra que:
El estudio publicado por Ipsos en torno al Día Mundial del Refugiado, revela que un promedio mundial del 78%, en los 28 países encuestados, estuvo de acuerdo en que las personas deberían poder refugiarse en otros países para escapar de la guerra o la persecución. Uno de cada seis (16%) no está de acuerdo con este principio. En la mayoría de los países encuestados, la percepción sobre el tema es más favorable desde el año pasado, lo que sugiere que la crisis de Ucrania ha aumentado la apertura pública a los refugiados y revertido algunas de las preocupaciones generadas por la pandemia.
La encuesta que se realizó en línea entre el 22 de abril y el 6 de mayo de 2022 con 20,505 adultos menores de 74 años, muestra que la mayoría en todos los países encuestados está de acuerdo en recibir refugiados. El porcentaje más alto lo tienen Suecia (88 %), Brasil (86 %) y Polonia (85%), mientras que los niveles más bajos resultaron en Corea del Sur (61%), Malasia (64%) y Turquía (66%). En México el 81% de los encuestados está de acuerdo en recibir refugiados.
Actualmente, más de 100 millones de personas están desplazándose forzosamente en todo el mundo, según ACNUR (Agencia de la ONU para los Refugiados) debido a la crisis de Ucrania, que es la crisis de desplazamiento más rápida de los últimos tiempos.
La mayoría de los países encuestados apoya a que más personas ingresen a su país si buscan refugio para escapar de la guerra, los conflictos violentos o los desastres naturales/los efectos del cambio climático.
En promedio global, el 64% de los encuestados apoya a que se permita la entrada a su país a refugiados escapando de la guerra o un conflicto violento, uno de cada diez (11%) se opone. México se encuentra en el top 3 de países encuestados con un 76% a favor.
Dado que se espera que los efectos del cambio climático generen más desplazamientos en el futuro, la mayoría (55%) apoya permitir que más personas en su país busquen refugio para escapar de los desastres naturales o los efectos del cambio climático, y uno de cada siete (14%) se opone.
Sin embargo, cuando se trata de quienes buscan refugio por características personales, los niveles de apoyo son menores. Dos de cada cinco (41%) apoyan a que más personas entren a su país si buscan refugio debido a su raza, etnia o nacionalidad (19% se opone); dos de cada cinco (38%) si es por su orientación sexual o identidad de género (23% en contra) y la misma proporción (38%) si es por su género (20% en contra); un tercio (36%) si es por su religión (23% se opone); y un tercio (35%) por su opinión política (24% se opone).
La opinión de los mexicanos encuestados a favor del refugio por características personales fue la siguiente: 59% están de acuerdo en refugiar personas debido a su raza, etnia o nacionalidad; 48% debido a su orientación sexual o identidad de género; 53% debido a su género; 47% si es por su religión y 45% por sus opiniones políticas.
Actitudes favorables hacia los refugiados, han ido acompañadas de acciones
Dos de cada cinco encuestados (40%) informaron que habían tomado medidas para apoyar a los refugiados en los últimos 12 meses, muchas por primera vez y casi la mitad de ellas motivadas por la situación en Ucrania. En el caso de México, más de la mitad de los encuestados (52%) apoyaron a los refugiados por primera vez en los últimos meses.
La proporción que dice haber tomado medidas para apoyar a los refugiados es más alta en Polonia, que acoge al mayor número de refugiados ucranianos; siete de cada diez (72%) de los polacos dicen que han tomado medidas.
45% de quienes dicen haber tomado medidas describirían sus acciones como motivadas por la situación en Ucrania; 39% dicen que es la primera vez que apoyan a los refugiados y una cuarta parte dice que apoya a los refugiados con regularidad.
Gillian Triggs, UNHCR’s Assistant High Commissioner for Protection, dijo: “La crisis de Ucrania ha provocado una gran cantidad de apoyo, financiamiento y compasión. Esperamos que este impulso pueda mantenerse, para que todos, y no algunos, los refugiados tengan acceso a la protección y reciban apoyo. Todos tienen derecho a buscar seguridad sin importar quiénes sean o de dónde vengan”.
Persiste el escepticismo hacia los refugiados.
Más de la mitad (54%) están de acuerdo en que la mayoría de los extranjeros que quieren entrar a su país como refugiados lo hacen por motivos económicos o para aprovechar los servicios sociales.
La mitad (50%) cree que la mayoría de los refugiados se integrarán con éxito en su nueva sociedad, mientras que el 40% no está de acuerdo. Un número similar (47%) piensa que los refugiados hacen una contribución positiva a su país (41% no está de acuerdo).
Si bien más de la mitad (56%) no está de acuerdo con que las fronteras deban cerrarse por completo a los refugiados, un tercio (36%) está de acuerdo y cree que su país no puede aceptar más refugiados en este momento.
A pesar de un mayor apoyo a los refugiados, las opiniones están divididas sobre si los gobiernos deberían brindar más apoyo.
Tres de cada cinco (60%) están de acuerdo en que poder trabajar ayudaría a los solicitantes de asilo a aprender el idioma de su país y a integrarse, pero las opiniones sobre esta política tienen matices. Casi la mitad (48%) dice que dar a los solicitantes de asilo el derecho a trabajar mientras espera una decisión sobre su solicitud de asilo, podría atraer a su país personas sin una solicitud de asilo genuina.
Las opiniones están divididas en cuanto a si los gobiernos están aceptando actualmente el número correcto de refugiados o gastando la cantidad adecuada en apoyo a los refugiados.
Más de un tercio (36%) piensa que su gobierno debería aceptar menos refugiados de los que acepta actualmente, y un tercio (33%) cree que su gobierno está aceptando actualmente el número correcto. Solo uno de cada seis (15%) piensa que su gobierno debería aceptar más refugiados.
41% piensa que su gobierno debería mantener los niveles actuales de gasto en apoyo a los refugiados en todo el mundo, mientras que una cuarta parte (28%) piensa que el gobierno debería reducir los niveles actuales de gasto. Solo uno de cada seis (16%) piensa que se debe aumentar el gasto.