Fundación Gates se defiende de críticas en materia de iniciativas de salud
Mientras la Fundación Bill y Melinda Gates anunciaba el mayor presupuesto anual de su historia, su director ejecutivo, Mark Suzman, respondía a las críticas sobre la influencia y el poder de la organización sobre iniciativas clave de salud pública en todo el mundo afirmando que no trata de establecer la agenda mundial de salud y desarrollo, sino solo de responder a ella.
En su carta anual, Suzman comentó los planes de la Fundación Gates de gastar 8,300 millones de dólares en 2023 en diversas iniciativas -la mayor cantidad en la historia de la organización- antes de abordar múltiples críticas.
Según la carta, la Fundación Gates se limita a responder a la agenda ya fijada por los organismos mundiales y utiliza los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU como guía, rechazando las críticas de que “multimillonarios no elegidos fijan la agenda de la salud y el desarrollo mundiales.”
El ejecutivo asegura que la organización hace públicas todas sus inversiones y es “totalmente transparente sobre nuestras prioridades y estrategias”.
Aunque Suzman se mostró de acuerdo con el argumento de que “la filantropía privada no debería ser uno de los mayores financiadores de las iniciativas multinacionales de salud mundial”, añadió que los países deberían financiar íntegramente tales esfuerzos.
Según Suzman, la Fundación Gates es el segundo mayor donante de los programas de la Organización Mundial de la Salud porque “los países han reducido sus contribuciones”.
Significaría más vidas salvadas si más gobiernos se unieran a la lista de principales donantes de la Fundación Gates, dijo Suzman.
“Buscaremos formas aún más eficaces de acelerar la innovación e impulsar la acción hacia los objetivos mundiales. Eso no significa que vayamos a fijar la agenda de organizaciones multilaterales como la OMS y el Fondo Mundial. Tampoco decidiremos qué medicamentos contra la malaria aprueban las agencias reguladoras, ni qué investigaciones llevan a cabo los científicos. No decidiremos qué semillas plantan los agricultores en sus campos, ni qué plan de estudios adopta un sistema escolar, ni si se cuelga un mosquitero en una casa”, declaró Suzman. Debido a su enorme dotación y a su influencia en cuestiones de salud mundial, los esfuerzos filantrópicos de Bill y Melinda Gates han sido objeto de escrutinio durante varios años por parte de expertos en salud pública, activistas y académicos. En los dos últimos años, este escrutinio se ha acentuado por la pandemia de Covid-19 y la financiación por parte de la fundación de terapias y vacunas contra el coronavirus.
