La feminización

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La feminización

Adriana Prieto Gaspar de Alba*

Está claro que la tendencia de la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) va en incremento en el mundo y México no es la excepción. Más allá de analizar el fenómeno de este crecimiento me gustaría concentrarme en algunas habilidades y competencias que las mujeres que toman puestos dentro de esta área deberían considerar.

Curiosamente cada vez es más común que sean más las mujeres que ocupan puestos de Responsabilidad Social Corporativa en las empresas, no estoy diciendo que no haya hombres, pero, sí somos más las mujeres que acaparamos más estas áreas. Aún no logro descifrar la respuesta, pero tengo algunas pistas sobre por qué sucede esto.

Las mujeres ocupan un papel clave en esta línea del tiempo. Hoy, grandes mujeres íconos de la RS se han formado por la vida diaria y experiencia personal, inspirando a otras mujeres para adentrarse a este mundo y haciéndolo crecer.

Hasta hace unos años, comenzaron a existir licenciaturas y maestrías especializadas en responsabilidad social. Antes eran algunas materias de índole social y/o humano que aplicarían a esta área.

Puedo decir que las mujeres que nos movemos en este mundo siempre fuimos intensas en este tipo de materias. Esta sería la primera señal para poder adentrarse a la RSC.

Me gustaría concentrarme en las habilidades y competencias que, son el mínimo común para estar en el mundo de la RSC, estas son: pasión, innovación, creatividad, capacidad de resiliencia, perseverancia, preparación y conocimientos; ingredientes básicos que se necesitan para ejercer en la RSE.

Sonará romántico empezar por la pasión, pero definitivamente si no te apasiona la RSC “no la vas a hacer en este ecosistema”. Debes estar convencida de que la educación es el futuro de un país porque cuando te toque ir a recaudar fondos para tu Fundación de Educación, debes tener un discurso que salga del corazón y no una guía que te diga cómo vender la educación para que te donen o te hagan un cheque al portador. Debes estar convencida de que los derechos humanos son la base de todo: de una política de anticorrupción, un código de conducta o una campaña de marketing sobre LGBT (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Trans) para celebrar el día de la diversidad.

Los puestos de responsabilidad social y en específico de recaudación de fondos son perfectos para las mujeres que no pueden tener una vida “godin”. Recaudar fondos no requiere estar en una oficina ocho horas diarias, lo que necesitas es tener buenas relaciones, contacto y un excelente discurso que enganche a tu posible donador. Te da la flexibilidad para ser multitask mientras cumplas tus metas.

Innovación y Creatividad van de la mano. Al ser un área “relativamente nueva” en una empresa, está en constante evolución. Además, hay que sumar que existen corporaciones donde el capital humano del área es mínimo frente al número de colaboradores de la organización. Tienes que desarrollar la capacidad de hacer mucho con pocas manos y colaboradores.

Debes hacer del área de Responsabilidad Social, un área estratégica y no operativa. Debes crear aliados con el resto de las áreas para que así, tengas embajadores de los proyectos y cuando sea la hora de ejecutar ya tienes expertos de distintos temas listos para agilizar el proceso y ejecutar el proyecto.

Un punto que siempre se debe considerar es que en RSC es imposible ser experto en todos los temas.

Quien diga que lo es, es un ser extraordinario o miente. Es aquí donde te apoyas en las organizaciones de la sociedad civil ya que ellos sí son maestros en sus causas y están especializados, y que aliándose contigo como empresa son más fuertes. Me remonto al Objetivo de Desarrollo Sostenible 17, mi favorito porque estoy convencida de que sin él difícilmente los demás se pueden cumplir: Alianzas para Lograr los Objetivos.

Resiliencia y Perseverancia. Debes tener la capacidad de cambio porque podrás tener tus metas a cumplir ese año y pensarás que ya tienes el rompecabezas armado, sin embargo, las circunstancias pueden variar cada día y no por eso abandonarás lo que ya trabajaste. A diferencia de trabajar en una OSC o una Fundación, se podría decir que todos los colaboradores tienen el mismo mindset lo que ayuda para la ejecución de tus objetivos.

En una empresa existen escenarios donde colaboradores no tienen noción de lo que hace el área RSC o simplemente no les interesa, una situación así se convierte en un reto para ti para poder involucrarlos y se sumen al Proyecto. También, existen casos donde la industria es propensa a que haya más hombres que mujeres o que por su naturaleza es una “industria de hombres”, volviéndose un mayor reto para ganar credibilidad, aliados y además destrabar proyectos. Para situaciones como estas la mejor solución es el voluntariado. Curiosamente en los programas de voluntariado corporativo que he participado y coordinado siempre es mayor la participación de las mujeres, de todas las edades, puestos y áreas. El voluntariado es el espacio y oportunidad perfecta para crear empatía con otras mujeres que pueden sumar y ser embajadoras de la RSC.

El último ingrediente que se necesita en el ecosistema es el conocimiento tanto de derechos humanos, como de habilidades y competencias las cuales no son jerárquicas son transversales; es una combinación que día a día pones a prueba y debes aplicar para resolver, proponer o defender.

Más allá de tener una preparación académica especializada en el sector, existe ya una amplia bibliografía que aporta alto conocimiento para aplicar técnicas, metodologías, romper mitos, propuestas y planteamientos de hacia dónde va la RSC. Las mujeres ocupan un papel clave en esta línea del tiempo. Hoy, grandes mujeres íconos de la RS se han formado por la vida diaria y experiencia personal, inspirando a otras mujeres para adentrarse a este mundo y haciéndolo crecer.

La RSC no tiene género, pero la participación de la mujer en ella es mayor y va en crecimiento. No hay mejor testimonio de mujeres líderes en la RSC que demuestren que la responsabilidad social no es un peso para la empresa sino una manera de hacer negocio generando impacto social o ambiental.

*Adriana Prieto Gaspar de Alba: Es Gerente de Responsabilidad Social Corporativa de Grupo Aeroméxico. Egresada de la Universidad Iberoamericana en la carrera de Relaciones Internacionales; y concluyó la Maestría en Administración y Emprendimiento Social por parte de la Universidad ORT México. de la RSC en México

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